"Honrada y agradecida de cumplir mi sueño", así se siente la cantautora colombiana Laura Pérez ante todo lo que ha acontecido en lo que va del 2025: lanzó su primer disco de larga duración, La Chinita, que la tiene sumergida en una gira por España, Chile, Perú, Argentina y, previamente, México.
"(El nuevo disco) es lo más maduro que he hecho porque es la etapa en que más madura he sido — dice en entrevista con MILENIO —. Creo que la música cambia, va seguir adecuándose a quien soy yo como persona".


La Chinita, el disco de Laura Pérez
Inspirada por Camilo, Mercedes Sosa y Mon Laferte, Laura irrumpió oficialmente en el panorama musical en 2020. Un lustro después, a sus 25 años, señala que "el amor por la guitarra y las letras sigue intacto, y es una cosa que espero se mantenga por mucho más tiempo".
Tras la salida de La Chinita, que en 10 canciones combina pop, bolero y country, entre otras sonoridades, la originaria de Bogotá está enfocada en sus presentaciones, que le sirven como un "descanso creativo" de hacer más canciones, porque "creo que cuando uno acaba de hacer un álbum, las ideas están frescas y relacionadas con lo que recientemente se hizo; estoy en un break, intentando hacer las cosas con calma para que lleguen fresquitas".
Reconoce que con La Chinita se dio cuenta que, al hacer un tema, es "minuciosa hasta cierto punto, no me desvivo porque quede perfecto. Creo que la música, algo lindo que tiene, es la imperfección, el error, lo que pudo haber sido mejor".
"Soy sensible a entender qué es y abrazar eso contra viento y marea", precisa.
Entiende su quehacer musical, con el que ya se quitó el estatus de 'promesa' para volverse una realidad, como su "cosa favorita en el mundo", pero también como su "trabajo".
"Es un mix raro — reflexiona Laura —, porque requiere de mucha responsabilidad, y de repente, cuando uno adquiere responsabilidad, pierde un poco el amor. Pero mi trabajo está en mantener ese amor por la música vivo y seguirme sintiendo conectada desde un lugar muy humano".
¿Cómo es ser una cantautora en la era digital?
— Como cantautora, ¿cómo vives todo lo relacionado a la era digital: algoritmos, streaming, el enfoque cuantitativo?
Creo que he intentado hacer las paces con ello, porque hoy en día es lo que hay, es lo que funciona. Hay que adaptarse de una manera apta para quien eres tú. Siento cierta conexión con la era digital porque crecí en este espacio, pero aún siento parte de esta era a veces me siento un poco confundida, queriendo entender un poco más cómo funciona. Entonces, adaptándome de a poco.
— Hace poco un artista me decía que en estos tiempos, además de hacer música, tienes que ser un creador de contenido. ¿Estás de acuerdo?
De pronto uno mismo puede jugar con las palabras y engañarse de cierta manera para que las cosas se vuelvan más fáciles. No tienes que ser un creador de contenido porque eres músico, pero sí tienes que velar por tu música, que es un espacio creativo. Lo que hay que hacer es migrar esa creatividad también a las redes, pero no vinculándote como creador de contenido, sino un artista que está velando por su música y por ello tiene que desarrollarse en la parte digital.
— Al hacer canciones, ¿te dotas de una responsabilidad con tus escuchas o cómo percibes esas interpretaciones que les dan?
Hay una responsabilidad, pero no quisiera aferrarme demasiado a ello porque para mí esencial mantener viva la ilusión de hacer lo que yo quiera y a mi me guste. Cuando las cosas son hechas desde el corazón, siempre van a ser bien recibidas. Siempre intento priorizar mi experiencia y la manera en que quisiera escuchar mi música.
— Estuviste en México recientemente. ¿Qué significa nuestro país para tu labor musical?
Muchas heridas que tenía se me sanaron visitando la Ciudad de México. Me inspiró, tengo mucha ilusión de volver.
— Al estar casi siempre rodeada de sonidos, ¿qué tan importante es el silencio?
¡Es valiosísimo! He estado pensando mucho en eso porque este es mi primer álbum y ha significado mucho para mí, pero de repente empieza uno a sentir una presión por hacer más y en ese afán puedes perder la esencia. Entonces, el silencio, lo que significa en la música, en la vida, estoy aprendiendo a abrazarlo.
— ¿Y la música? ¿Cómo interiorizas eso que haces y compartes con el mundo?
La música tiene el poder de lo que uno quiera. Me encantaría decir que la mía también, pero no sé si frente a esos dolores sociales que vivimos todos mi música pueda ser una curita. Es una oportunidad para tener una experiencia individual, y que así las personas decidan hacerlo mejor día a día. Siempre ha sido una herramienta para sanar.
hc