Cuando Tim Burton leyó por primera vez el guión de Merlina, algo resonó en él: “Sentí que había sido escrita para mí”, dijo sin pretensión de parecer un adolescente. Y tenía razón, esta historia centrada en la hija más lúgubre de la familia Addams, no solo evoca su sensibilidad por lo gótico, también va a sus orígenes para hablar de la familia y esa necesidad de habitar el mundo a su manera; es una invocación al marginado, al monstruo que llevamos dentro.
“Recuerdo que cuando leí la primera temporada sentí que algo ahí me hablaba, me encantó su perspectiva: la familia, la escuela, la psiquiatría —explicó Tim Burton—. Por eso quise hacerla, por la fuerza de Merlina en particular. Son personajes más grandes que la vida, son una familia y no conozco una sola que no sea rara; así que son simbólicos de lo que sentimos sobre las familias normales”.
La nueva temporada, que llegará a Netflix en dos partes, promete más que una simple continuación: es una transformación. De acuerdo con sus creadores, Alfred Gough y Miles Millar.
“Queríamos ir más allá, profundizar en los personajes, nadie tenía expectativas más altas que nosotros mismos. La maldición de la segunda temporada es real y queríamos evitarla a toda costa”, dijo Miles sobre el programa en inglés más visto en la plataforma.
Más oscura y ¿sensible?
Jenna Ortega, quien regresa con una interpretación más refinada de la adolescente, aseguró que Merlina “es quien es”; no hay duda de su andar y su presencia impone orden en el caos.
“Exige que todo a su alrededor se adapte a su forma de ser. Esas cualidades que tiene son tan precisas que se nota de inmediato si algo no es muy Merlina, es como si viniera con una lista de reglas y eso es muy útil; es una gran guía cada vez que me siento perdida”, dice la actriz.

Con la segunda entrega, Merlina enfrenta un misterio sobrenatural y también encara una amenaza aún más desconcertante: sus emociones; y es que la relación con Enid, su amiga y casi hermana, abre una grieta en su corazón blindado.
“Merlina baja la guardia con Enid al final de la primera temporada —dijo Jenna—, pero en la segunda no quiere que nadie cuestione su relación; ya se ha vuelto su familia, es una de esas cosas innegables”.
Y Ortega agregó sobre su interpretación: “Merlina no suele ser vulnerable, eso también se debe a que suele ser la persona más lista en la sala. Y aunque no lo diga abiertamente, nunca niega el amor o el odio apasionado que siente por su familia. Enid simplemente se convierte en parte de eso, de forma natural es bonito, porque la gente no suele cuestionarla; ella no tiene que hablar mucho sobre el tema, simplemente lo hace”.

Los nuevos rostros
Con el regreso de los estudiantes al colegio Nunca Más vemos también la llegada de un nuevo director, Dort, interpretado por Steve Buscemi, quien definió a su personaje como “pro-Nunca Más, profundamente enamorado de la escuela y fascinado con Merlina”, aunque desde los primeros episodios vemos que ella no corresponde a esa admiración ni con simpatía, la tensión entre ambos se vuelve una especie de motor narrativo, y ese “es el punto clave”.
“Cuando volví a ver la primera temporada, no tenía idea de cómo debía lucir este personaje. Vi la estatua de Edgar Allan Poe en Nevermore y pensé: ‘Él es tan fanático de Nevermore que probablemente quiere parecerse a Poe’; además, Tim había hecho un dibujo en su guion y ahí fue cuando entendí todo”, dijo Buscemi.
Y Burton agregó: “Le di esa figura de acción de Edgar Allan Poe como inspiración y ahí comenzó a cobrar vida el personaje”.
Joanna Lumley, en su papel de la abuela Hester Frump, aporta una cuota de caos elegante: “Ella es grandilocuente, vanidosa y codiciosa; ve en Merlina esa chispa de maldad, peligro y audacia, todo eso que no ve en Morticia —dijo la actriz entre risas—. La construcción del personaje empezó con una peluca blanca encima de una negra, como si saliera del infierno. Y debajo de todo eso, los mismos zapatos que Merlina: unas botas toscas tipo Dr. Martens”.

Una relación retorcida entre madre e hija:
En esta temporada, la relación entre madre e hija se intensifica, convirtiéndose en uno de los ejes más potentes de la trama.
“Hay un amor inquebrantable entre Merlina y Morticia, pero también tensión”, reconoció Catherine Zeta-Jones, sobre el vínculo que se ve alterado también por la llegada de la abuela Hester (Lumley); tres generaciones de mujeres Addams marcadas por visiones, obsesiones y sacrificios.
Para Zeta-Jones, Morticia no ve a su hija como un reflejo de sí misma, sino como una advertencia: “Es ese instinto clásico de los padres de tratar de ponerle una cabeza vieja a unos hombres jóvenes —explicó la actriz—. Ella sabe lo poderosa que es Merlina, sabe lo tentador que puede ser probar esos poderes; Morticia ya ha estado ahí, conoce las consecuencias, se trata de protegerla, de romper un ciclo, por su propia historia con su madre”.
El origen de la oscuridad
Para Burton, todo comienza con los personajes: “Es hermoso ver cómo cobran vida —explicó el cineasta—, cuando empiezan a vestirse, a caminar, a habitar sus mundos, simplemente los observo y eso; es como ver cine dentro del cine”.
Es lo que lo regresa a sus raíces, Merlina le recuerda a lo que hizo con el libro La melancólica muerte del Chico Ostra, con esa atmósfera gótica que se refleja hoy: “Fue divertido volver a cuando era estudiante”.

Merlina no teme caminar sobre la delgada línea que habita entre el horror adulto y juvenil. “Nunca pienso en eso de forma consciente —explicó Burton—. Las mejores historias son las que mezclan luz y oscuridad, como los cuentos clásicos; la vida es eso: comedia, drama, miedo y amor”, características que siguen presentes desde sus inicios y que se suman a lo que siente cada que pisa el set. “Todo se siente fresco, es como hacer pequeñas películas”.
El trabajo en el set no es como el de cualquier historia, con Tim se trabaja de formas poco habituales, y Jenna lo dejó en claro: “En una serie de televisión es muy fácil caer en fórmulas, en hábitos rutinarios de rodaje, tomas repetitivas. Hay días en los que Tim quiere hacer muchas tomas diferentes, a veces en función del guión, o a veces se inspira en una sola línea, lo cual es fascinante. Sus prioridades son distintas a las de un director típico”.
Mientras los misterios se multiplican y las sombras se extienden sobre Nunca Más, queda claro que la historia de Merlina no ha hecho más que empezar. Netflix confirmó una tercera temporada y todo indica que este viaje por el extraño universo de Burton, continuará iluminando, o, mejor dicho, oscureciendo nuestras pantallas con su forma de contar historias, porque “lo hermoso es crear atmósferas donde todos estos personajes puedan habitar”.