Los pasillos del Colegio San Idelfonso se vistieron góticos para recibir a Guillermo del Toro, Oscar Isaac y Jacob Elordi cómo premier final de la película Frankenstein que llegará a Netflix el 7 de noviembre y actualmente se encuentra en cines selectos.
“Era muy importante para mí que esta fuera la etapa final y venir juntos a presentarla”, dijo el director previo a la proyección de la película acompañando de los actores y el Co-CEO de Netflix, Ted Sarandos, quien moderó el conversatorio al final de la película.
En esta ocasión fueron pocos los afortunados que consiguieron acceso al evento. Durante el paso por la alfombra del director tapatío, después de priorizar la atención a sus fans como acostumbra, respondió a MILENIO sobre la existente o nula importancia de ser fiel al material original cuando se adapta un texto como el de Mary Shelley.
“Es muy importante capturar el espíritu de la obra original, pero lo importante es renovarla, no es una taxidermia, es una reanimación; entonces es importante cambiar ciertos mecanismos porque lo que funciona en la literatura necesita otro mecanismo en cine”, declaró.
“Adaptar una novela es como ser una viuda, hay que respetar al marido que murió pero hay que ponerle”, género risas su analogía.
Sobre la humanidad que colocó en los personajes reiteró que: “Hay un poquito de mi en todos, en Elizabeth, en Víctor, en la creatura. Es un poco como tener un diálogo contigo mismo a través de los personajes”.
Jacob, de pocas palabras, respondió lo menos posible a algunos medios y tras pasar con los fans, salió de la alfombra cuadrada.
Por su parte, Óscar compartió la reflexión que la película dejó en él sobre la paternidad como hijo y como padre.
“Muchas veces como padres vemos a nuestros hijos como objetos, la gente los ve como si tenemos que estar orgullosos o avergonzados de los niños, pero Víctor debe verlo como humano, no como una reflexión de él mismo”, compartió.
¿Y él qué le dio a Víctor? “Todo lo que tenía, en particular la expresión de un artista”.
La consumación del Frankenstelda
Arturo y Roy Ambriz hicieron su aparición triunfal en la alfombra negra ahora que su película “Soy Frankelda” ha recaudado más de 20 millones de pesos. Con un semblante más relajado del que mostraban en los días previos al estreno, momento que les sorprendió al agotar las entradas en la Cineteca Nacional durante su primer fin de semana.
“Estamos muy agradecidos con todo el público, ha habido un comportamiento atípico donde la audiencia ha subido en lugar de bajar. Todavía no se ha cerrado el presupuesto porque sigue habiendo gastos de distribución, solo ha sido México, falta el resto del mundo. La buena recepción aquí ha generado interés en otros lugares”, comentó Roy.
Los ahijados simbólicos de Del Toro le llevaron un obsequio que les pidió el propio maestro, la figura de Herneval utilizada en la grabación del primer stop motion mexicano.
“Tenemos en mente la secuela de la película, nuevas temporadas de la serie, queremos hacer novelas gráficas, vamos a ver cómo va avanzando, pero ganas, emoción e ideas sí hay”, adelantó a MILENIO.
Conversatorio con Ted Sarandos.
El Co-CEO de Netflix, Ted Sarandos, entrevistó a Guillermo del Toro, Oscar Isaac y Jacob Elordi, en un emotivo momento donde quien más habló y aplausos recibió fue Memo.
“La familia y su dolor que se transmite entre cada generación creo que se entiende muy bien en México porque la figura del padre es cabrona”, reflexionó el director sobre su manera de abordar la paternidad en la película.
El cineasta asegura que “Es imposible no hacer autorretrato con el arte” y que “En todas las películas que he hecho, pensé que era la última que hacía”.
También destacó que su visión del personaje de Víctor lo escribió pensando en Oscar, quien le aportó la energía rockstar.
“Él es más artista que el científico, como Prince o Mick Jagger. Es una vida entera lo que ves, de niño a viejo, un sueño como actor”, describió el actor guatemalteco.
El actor recordó el momento en el que Guillermo le ofreció el papel.
“Cuando nos reunimos hace 3 años hablamos por muchas horas comiendo comida cubana y en la cena me dijo que quería que fuera Víctor, tras una plática íntima sobre nuestros padres, la religión y otros temas”, contó.
Jacob reveló que no encontraba como darle vida al monstruo.
“En un punto lloraba en mi cama en la noche y fue eso, voy a hacerlo yo, cuando vi la película me vi a mí en mi cama”.
Guillermo finalizó la platica hablando de lo más complicado al dirigir una película y el porqué su cine es muy particular.
“Lo más difícil en la dirección es el tono, como en la cocina estar preparando la salsa, es una sinfonía, la primera escena que grabamos entre ellos dos es la última y mi métrica es la misma, si no lloro no imprimo”, compartió.
“La manera de hacer cine en México es con dos manos y dos huevos. Siempre lo haré así sin importar donde me encuentre. Para mí lo conmovedor del arte es que esté hecho por humanos y para humanos. Y siempre lo diré: hago lo que hago porque soy mexicano”, agregó.
OAGP