El aclamado director de cine Woody Allen ha hecho su más reciente declaración sobre la "cultura de la cancelación" en Hollywood, afirmando que, en su caso, la experiencia no fue dolorosa, sino que la encontró "interesante y divertida".
En una entrevista, el director de 88 años rompió el silencio para dar su perspectiva sobre la controversia que ha afectado su carrera en los últimos años.


La razón detrás de la controversia
La "cancelación" de Woody Allen se debe a las acusaciones de abuso sexual que hizo su hija adoptiva, Dylan Farrow, en 1992, cuando era una niña. La acusación, que se dio durante la polémica separación del director con la actriz Mia Farrow, ha sido un tema recurrente en la vida de Allen.
Aunque las autoridades investigaron el caso en su momento y no se presentaron cargos penales, la controversia resurgió con fuerza en 2014 y, de nuevo, con el inicio del movimiento #MeToo en 2017.
Allen ha desmentido todo, mencionando que no se encontraron razones para un juicio, ya que él siempre ha mantenido su inocencia sobre las acusaciones.
La perspectiva de Dylan Farrow
A lo largo de los años, Dylan Farrow ha mantenido su versión de los hechos, reafirmando sus acusaciones en múltiples ocasiones.
Ella se ha convertido en una activista, dando entrevistas y escribiendo un artículo de opinión en The New York Times en 2014, en el que criticaba a los actores que seguían trabajando con su padre.
En 2021, la controversia volvió a ganar notoriedad con el lanzamiento del documental de HBO "Allen v. Farrow", que presentó la perspectiva de Dylan y su familia, reavivando el debate público.

"Lo encontré interesante y divertido"
Allen mencionó que ha tenido suerte de que la cancelación no haya sido más fuerte en su momento:
"Porque eso podía ser ruinoso, dependiendo de cuándo ocurriera todo. Yo era mucho mayor, ya había hecho 45 películas. Había ganado suficiente dinero como para jubilarme con comodidad".
Aún así, Allen dijo que la experiencia fue "muy interesante y divertida en muchos sentidos". Continuó:
"Y solo porque, como dije, había hecho tantas películas y acumulado suficientes recursos económicos, como para no perjudicarme. Pero si tuviera 40, 50, 30 o algo así, habría sido muy, muy doloroso".
El impacto real en su carrera
A pesar de que Allen sostiene que su rutina de trabajo se ha mantenido igual, la controversia ha tenido un impacto financiero y de distribución significativo en su carrera.
Las grandes productoras y estudios de Hollywood se han distanciado de sus proyectos, obligándolo a buscar financiación en Europa.
Su última película, A Rainy Day in New York, fue archivada por Amazon por un tiempo, y su distribuidora se retractó de su contrato de varias películas.
En 2020, su autobiografía, A Propósito de Nada, fue cancelada por la editorial Hachette debido a la presión pública. El libro fue finalmente publicado por una editorial más pequeña.
Además, Allen ha comentado que no guarda ningún tipo de amargura hacia los actores y actrices que se han distanciado de él. En lugar de eso, cree que "simplemente cometieron un error" al haber elegido un lado en la disputa.

En sus declaraciones pasadas, Allen ha tildado a la cultura de la cancelación como una "tontería" y un fenómeno "transitorio", insistiendo en que la controversia que lo rodea se basa en una historia que es "absurda".
El director incluso llegó a decir que debería ser un "chico de póster" para el movimiento #MeToo por su trayectoria de contratar a mujeres en puestos de liderazgo y pagarles de la misma manera que a los hombres.
A pesar de la controversia, el director ha continuado trabajando, estrenando recientemente su película número 50, Coup de Chance, reforzando su postura de que su carrera se mantiene a flote.