Durante muchos años, el nombre de Britney Spears se asoció con éxitos pop, fama global y una imagen de estrella imparable. Pero hubo un momento en su carrera en que decidió dar el salto a los programas de talento televisivo, aceptando asumir un rol como juez de The X Factor una apuesta diferente, que prometía abrirle una nueva faceta ante el público.
Sin embargo, esa experiencia resultó ser muy distinta a lo anticipado. Recientemente, Simon Cowell abrió el juego y compartió su versión sobre por qué la cantante decidió alejarse y por qué no todo fue tan sencillo como parecía.
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¿Qué pasó cuando Britney Spears aceptó ser juez?
En una reciente entrevista con The New York Times, Simon Cowell recuerda que al inicio, Spears se mostró entusiasmada con la idea, tuvo varias llamadas con él, donde se mostró apasionada, curiosa y con ganas de guiar a nuevos talentos.
Cowell dice que pensó que sería perfecta para el papel, pero las cosas cambiaron cuando llegaron los compromisos de prensa y las grabaciones. Spears comenzó a verse incómoda, alterada, y poco a poco perdió el entusiasmo.
"Ella tenía muchísimas ganas de hacerlo, creo que por las razones correctas, ser una mentora", recordó. "Le dije: ¡Genial!". Declaró Cowell
¿Por qué no logró adaptarse al formato?
Según Cowell, una de las principales piedras fue la exposición pública. Spears no se dio cuenta de la cantidad de prensa que implicaba y confesó sentirse vulnerables con las cámaras.
Por si fuera poco, en su rol de mentora o jueza tenía que rechazar constantemente aspirantes, lo que le resultó muy difícil pues le dolía mucho el decir que no a los participantes, esa tensión acabó pesándole emocional y mentalmente.
"Hacemos una presentación de prensa, y Britney estaba allí y no parecía muy contenta. Le pregunté: '¿Qué pasa?'. Ella respondió: 'No me di cuenta de que iba a haber tanta prensa'". Dijo Simon
¿Cowell le ofreció salir del programa?
Cowell asegura que sí, en cuanto detectaron su descontento, le ofrecieron dejar el show sin presiones. Nadie la obligó a quedarse, a pesar de ello, Spears dio su versión más definida años después en su libro, donde confesó que todo había sido demasiado para ella.
Cowell expresó que era una pena, pues creía que el programa podría haber sido una buena oportunidad si ella se hubiera sentido cómoda.
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