Paris Jackson, modelo e hija del legendario Rey del Pop, sorprendió al hablar con total honestidad sobre su pasado con las adicciones, mostrando las secuelas físicas que estas dejaron en su cuerpo, especialmente en su nariz.
Sus revelaciones rápidamente se hicieron virales, dejando a miles de seguidores impactados por las imágenes de su tabique y despertando curiosidad sobre cómo lucía antes de atravesar esta dura etapa de su vida.
¿Qué dijo Paris Jackson de sus adicciones?
El fin de semana pasado, en un video publicado en TikTok que rápidamente se volvió viral, la cantante, modelo y actriz reveló una de las secuelas más visibles y permanentes de su pasado con las adicciones: una perforación en el tabique nasal, conocida médicamente como septum perforado.
"Tengo un silbido muy fuerte cuando respiro por la nariz... es porque tengo lo que se llama un tabique perforado. Es por lo que piensan que es. No consuman drogas, chicos", dijo en el clip, iluminando el interior de su nariz con la linterna de su teléfono para mostrar el orificio que separa sus fosas nasales.
Paris, quien celebra casi seis años de sobriedad, ha transformado su dolor en un testimonio poderoso. Pero para entender el impacto de esta revelación, es esencial mirar hacia atrás.
Así se veía antes de sus adicciones
Nacida el 3 de abril de 1998 en Beverly Hills, California, Paris-Michael Katherine Jackson creció a la sombra del "Rey del Pop". Hija de Michael Jackson y la enfermera Debbie Rowe, Paris era la imagen de la inocencia en una familia rodeada de controversia.
En fotos de su infancia, compartidas en documentales como Leaving Neverland (aunque controvertido) y en publicaciones familiares, se ve a una niña de ojos grandes y expresivos, con una nariz delicada y simétrica que heredaba los rasgos suaves de su padre.
Su cabello rubio y su sonrisa tímida la convertían en la "princesa" de Neverland, el rancho de Michael, donde jugaba lejos de los flashes de los paparazzi. A los 11 años, tras la muerte de su padre en 2009, Paris emergió al público en el memorial televisado.
En esa época, su apariencia era la de una adolescente común: piel clara, facciones finas y una nariz que no mostraba signos de trauma. Fotos de 2012-2013, cuando debutó en redes sociales, la capturan en eventos familiares con Janet Jackson o en portadas tempranas de revistas juveniles.
El descenso: Adicciones, autolesiones y el daño invisible
La adolescencia de Paris fue un torbellino de dolor. En entrevistas con Rolling Stone en 2017, admitió que la muerte de su padre desencadenó una depresión severa, autolesiones y múltiples intentos de suicidio.
"Intenté quitarme la vida más de una vez", confesó, explicando cómo recurrió a las drogas para adormecer el trauma.
A los 15 años, ingresó a una escuela terapéutica en Utah, donde comenzó su batalla formal contra las adicciones a la heroína, cocaína, alcohol y fentanilo. Fue en esta etapa, alrededor de los 20 años (2018-2019), cuando el abuso de sustancias comenzó a erosionar su tabique nasal.
Según expertos de la Clínica Cleveland, citados en reportajes recientes, esta perforación ocurre cuando los químicos destruyen el cartílago que separa las fosas nasales, causando un orificio que puede llevar a silbidos respiratorios, infecciones crónicas y, en casos graves, una "nariz en silla de montar" (un hundimiento visible en el puente).
Fotos de esa época muestran a Paris más delgada, con ojeras profundas y una expresión cansada. El daño era interno, invisible a simple vista, pero ya irreversible. En 2020, lanzó su álbum debut Wilted, donde exploraba temas de sanación.
En un episodio de su serie Unfiltered: Paris Jackson and Gabriel Glenn (2020), habló de cómo el "subidón de dopamina" de las autolesiones y drogas la atrajo tras mudarse con su abuela Katherine. Ganó peso por comer emocionalmente, pero el abuso continuaba socavando su salud.
La transformación: Sobriedad y la visibilización de las secuelas
Paris celebró cinco años de sobriedad en enero de 2025 con un video en Instagram que contrastaba sus días de fiesta: bebiendo, fumando y acurrucada en llanto con su vida actual: bailando, riendo y recolectando fichas de recuperación.
"Hola, soy PK y soy alcohólica y adicta a la heroína", escribió, enfatizando: "No solo recuperé mi vida, encontré una mejor".
En octubre, en los Friendly House Awards, recibió el premio Shining Star y reiteró: "La sobriedad me alineó con mi propósito superior". Pero el video de TikTok del 10 de noviembre marca un antes y un después. Con humor negro, bromeó:
"Puedo meter un espagueti por una fosa y sacarlo por la otra". Explicó que el silbido complica grabar en el estudio y "es una pesadilla cuando toso vocales" y rechazó la cirugía reconstructiva por temor a los analgésicos, que podrían tentarla a recaer. "Llevo seis años sobria y no quiero joder con eso", dijo.
