Morrissey lo hizo otra vez. El icónico exvocalista de The Smiths volvió a cancelar sus conciertos en Ciudad de México y Guadalajara para el 31 de octubre de 2025, sumando un nuevo capítulo a su accidentada relación con el público mexicano.
La productora OCESA confirmó que la suspensión se debe a un “agotamiento extremo del artista”.
Una relación de múltiples cancelaciones
Desde su primer intento fallido en el Vive Latino 2013 —cancelado apenas un día antes por problemas de salud—, el británico ha mantenido un patrón irregular de visitas y suspensiones.
En 2017, tras años de ausencias, finalmente cumplió con fechas en Monterrey, Guadalajara, Puebla y CDMX. Un año después regresó al Auditorio Nacional y, por primera vez, sí se presentó en el Vive Latino, dejando atrás por un momento su fama de cancelar.
Sin embargo, el alivio duró poco. En 2023, durante su gira por los 40 años de carrera, Morrissey volvió a cancelar un día antes del concierto en el Palacio de los Deportes, alegando una enfermedad dentro de su equipo, supuestamente por dengue.
Y en 2024, con una nueva fecha programada en el mismo recinto, la historia se repitió: suspensión de último momento, esta vez por agotamiento físico.
Otra cancelación se suma a la lista, con el mismo motivo: agotamiento extremo, frustrando de nuevo a sus seguidores mexicanos para este octubre 2025.
En México, cada cancelación reaviva el debate sobre si el artista merece tantas oportunidades o si su inestabilidad ya ha sobrepasado el límite de la paciencia del público.
Aun así, muchos fans mantienen la esperanza de que algún día vuelva al país para cumplir con lo que tantas veces ha prometido: un concierto sin excusas.
No es único en México, Morrissey también ha cancelado en otros países
En junio de 2025, Morrissey también canceló un concierto en Estocolmo, Suecia, alegando que él y su banda estaban “agotados más allá de lo creíble” y que no contaban con ningún tipo de apoyo de la industria musical.
Un mes después, su presentación en el festival Release Athens de Grecia fue suspendida por una lesión de un miembro de su banda.
Más tarde, sus conciertos en Turquía, previstos para diciembre, fueron cancelados tras una ola de críticas por un video donde se le veía portando una bandera israelí, en medio del conflicto en Medio Oriente.
En Estados Unidos, la historia se repitió: en septiembre del mismo año, dos fechas en Connecticut y Boston fueron canceladas debido a lo que el equipo del músico describió como una “amenaza creíble” a su vida.
Estas constantes suspensiones, tanto en América como en Europa, han convertido cada gira de Morrissey en una suerte de ruleta emocional para sus seguidores, que ya asisten con la incertidumbre de si el show realmente sucederá.
Mientras su legado musical sigue siendo indiscutible, su relación con los escenarios parece marcada por una irregularidad que ha pasado de ser un accidente ocasional a una característica recurrente de su carrera.