Antes de convertirse en una estrella global por Euphoria y Frankenstein, el actor australiano Jacob Elordi confesó que pasó semanas durmiendo en su auto apilado con pertenencias, al borde de renunciar a su sueño y regresar a casa, frustrado por el escrutinio de Hollywood.
Hoy, el actor es sinónimo de elegancia, talento y éxito internacional gracias a sus roles cinematográficos. Pero su ascenso está marcado por una etapa mucho menos glamorosa de lo que sus fans imaginan.
"Mi coche era como el de un acaparador"
En entrevistas con Variety y GQ, el actor relató que, tras filmar El stand de los besos en 2017, se mudó a Los Ángeles esperando encontrar nuevas oportunidades. La realidad fue devastadora.
Al no conseguir papeles de inmediato y ver cómo se agotaban sus ahorros, Elordi terminó viviendo en su vehículo.
“Estuve viviendo en mi carro por una o dos semanas”, confesó.
“Mi coche era como el de un acaparador, apilado con cajas, ganchos y cosas.”
Fue un periodo tan crítico que su audición para Euphoria se convirtió en su “última cartada”: si no conseguía ese papel, planeaba regresar definitivamente a Australia.
De dormir en el coche a Euphoria: Cómo Jacob Elordi consiguió el papel que cambió su vida
Tras su mudanza a Los Ángeles en 2017, Elordi se encontró atrapado en una rutina de rechazos, castings fallidos y ahorros que se le escurrían de las manos. Sin un hogar fijo y sintiéndose cada vez más derrotado, continuó firmando audiciones casi por inercia.
Fue en ese periodo cuando recibió la oportunidad de audicionar para Euphoria, aunque él mismo confesó que no tenía grandes expectativas.
Aquel casting fue su último intento serio antes de renunciar al sueño americano y regresar a Australia. “Era mi última cartada”, dijo en entrevista, recordando cómo vivía con lo poco que tenía y cómo su coche —repleto de cajas, ropa y objetos personales— se había convertido en su refugio temporal.
Durante los días previos al rodaje del piloto, un productor de Euphoria notó que Elordi pasaba demasiado tiempo dentro de su vehículo o dormido en un tráiler.
Al enterarse de la realidad del joven actor, le consiguió alojamiento temporal en un hotel de West Hollywood. Este gesto, aparentemente pequeño, se convirtió en el punto de quiebre que le permitió mantenerse lo suficientemente estable como para continuar con el proyecto.
Elordi consiguió finalmente el papel de Nate Jacobs, un personaje que lo catapultó a la fama global pero que también vino acompañado de un escrutinio mediático que él no esperaba.
Para el actor, la celebridad repentina fue abrumadora: admitió que “odiaba ser un personaje para el público” y que su primera experiencia con los paparazzi lo hizo sentirse como:
“Un póster, como si fuera un anuncio de publicidad”.
Aun así, Euphoria se convirtió en la plataforma que le abrió las puertas a proyectos más ambiciosos y artísticos.
Su participación en Priscilla, Saltburn y la próxima película de Guillermo del Toro (Frankenstein) confirmó que su salto al cine de autor no solo consolidó su reputación, sino que también validó su decisión de resistir sus momentos más difíciles en Hollywood.