La Casa Blanca respondió al enfático rechazo de la estrella del pop Sabrina Carpenter por el uso de su canción “Juno” en un video que presumía las detenciones migratorias del ICE.
Lejos de disculparse, la administración emitió una respuesta personalizada y punzante, utilizando el lenguaje de la propia artista para mofarse de su postura.
La respuesta llegó horas después de que Carpenter calificara el video como “malvado y repugnante” y exigiera que no usaran su música con fines políticos.
El mensaje “Short n’ Sweet” y la burla a la artista
Un portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, respondió a la crítica de Sabrina Carpenter con una declaración que no solo se negó a retirar el video, sino que también atacó a la cantante por defender a los migrantes, mencionó el medio Zeteo.
El portavoz citó directamente el álbum de Carpenter:
“Aquí tienes un mensaje Short n’ Sweet para Sabrina Carpenter: no nos disculparemos por deportar a peligrosos criminales ilegales, asesinos, violadores y pedófilos de nuestro país.”
Luego elevó el tono al citar la letra de “Manchild”, usándola como ataque:
“Cualquiera que defienda a estos monstruos enfermos debe ser estúpido, ¿o es lento?”
???? SABRINA CARPENTER rips Trump’s White House for using her song in an “evil and disgusting” video about their “inhumane” anti-immigrant agenda pic.twitter.com/LukUUGUq5D
— The Tennessee Holler (@TheTNHoller) December 2, 2025
El giro de la letra en un ataque personal
La línea, que originalmente hablaba de un hombre inmaduro, fue reinterpretada por la administración como un insulto directo a la cantante. Este tipo de recontextualización del trabajo de un artista se ha vuelto una táctica recurrente.
La administración argumentó que el video muestra operaciones dirigidas a delincuentes violentos, aunque la polémica se ha enfocado en el uso sexualizado de la canción “Juno” acompañada de escenas de arrestos.
Carpenter se suma a una lista creciente de músicos —como Olivia Rodrigo y Kenny Loggins— que han exigido públicamente que no se utilicen sus canciones en comunicaciones oficiales, subrayando la tensión constante entre Hollywood y Washington.
El choque mediático confirma que la cultura pop sigue siendo un espacio clave en la batalla política.