El teatro se ha caracterizado por retratar situaciones de la vida real, pero de una forma digerible para que todos se acerquen e incluso se lleguen a identificar con lo que ven arriba del escenario.
Justo esto es lo que logra la obra 'Menopausia, la culpa es de las hormonas', la cual es protagonizada por la actriz Bárbara Torres, quien platicó con Milenio brevemente sobre cómo ha vivido esta temporada y su conexión con el público.
 
	El teatro es un fenómeno irrepetible
Al llegar al Teatro Versalles, la actriz, un poco apurada porque tenía que arreglarse para iniciar la función, nos dio la bienvenida con una sonrisa y nos invitó a su camerino.
Abrió su maleta y, mientras comenzaba a sacar todo lo que necesitaba para prepararse, nos comenzó a platicar lo que significa el teatro para ella.
“El teatro es un fenómeno, porque pasa solo una vez y es irrepetible. Aunque trates de que sea igual, jamás lo lograrás; aunque digas exactamente todo igual, nunca será lo mismo. Entonces, el hecho de trabajar con el público, de estar en contacto, para mí es lo máximo”.
Sobre la obra menciona: “A mí me encanta estar con la gente, con el público, y cuando entra Sam está muy gracioso porque todos se desesperan, porque entra como encerado. La verdad, la gente pasa por muchas experiencias en este monólogo, por diferentes tipos de energías, y lo que está padre es que nos reímos de lo que nos pasa”.
 
	
Bárbara es una maestra del teatro
Quien se nos sumó a la plática fue Samuel Zarazúa, quien también se dice feliz de formar parte de esta puesta en escena.
“A mí me pasaba algo en las primeras funciones: es de las pocas obras donde hay una retroalimentación del público. Cuando se suben a tomar la foto te dicen un poco de lo que pasaron, y era muy bonito escuchar a las señoras identificándose. Es muy padre porque pocas veces, como actor, escuchamos eso al momento”.
Asimismo, menciona que ser parte del elenco le ha servido para aprender de Bárbara, a quien ve como su maestra.
“En esta obra, para mí sí ha sido una gran clase cada función. Vamos escuchando al público y Bárbara está haciendo un monólogo de una hora quince. De pronto ella no lo nota, pero cuando hay más carcajadas estoy pegado; es un aprendizaje saber cómo hace reír. Ha sido una clase ver cómo ella lee al público”.
La importancia del teatro
Bárbara profundiza más en lo que significa el teatro y cómo este es un reflejo de la sociedad y de los temas actuales.
“El teatro desde siempre marca la realidad de una sociedad. Que haya tanto teatro para todos… Todas las artes son expresión de la sociedad, y cada uno puede expresarse como quiere y como lo siente. Siempre habrá público, porque siempre hay alguien que se refleja”.
Asimismo, explica las diferentes exigencias que existen para los actores dependiendo de la obra a la que se unan.
“Hay diferencia entre una obra de teatro clásico y un monólogo. Cada tipo de teatro tiene diferentes necesidades físicas y diferentes perfiles. Entonces yo siento que el actor tiene que estar siempre entrenado, pero no de gimnasio: tiene que tener su cuerpo afinado. Va variando; la gente que hace teatro musical tiene un entrenamiento vocal y físico”.
 
	 
	 
	