Sin interacciones con el público en inglés o español, ni proyección de animaciones y pantallas más que las laterales del recinto ajustadas en blanco y negro; la banda islandesa de post-rock, con elementos de shoegaze y minimalismo, Sigur Rós deleitó sus fans con su concierto acompañados por una orquesta de 41 músicos en su primer noche de dos que además fue sold out.
A las 9:15 pm los integrantes de la orquesta ingresaron al escenario donde ya se encontraban instalados todos los asientos e instrumentos. Entre aplausos, los integrantes de la banda fueron los últimos en ingresar, encontraron su lugar al centro y comenzaron la velada interpretando “Blóðberg” iluminados por una tenue luz roja.
La luz se tornó principalmente azul durante “Ekki múkk”, cantada por Jón “Jónsi” Þór Birgisson mientras deslizaba un arco en su guitarra como su fuera un cello para crear una particular distorsión.
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Siguió “Fljótavík” acompañada del melancólico piano, en “8” la desgarradora voz de Jónsi se ganó aplausos más fuertes de los que sonaban al final de cada canción por parte de la atenta audiencia.
Las percusiones del fondo se sumaron a la disposición de guitarra en “De”, mientras la iluminación continuaba recreando la atmósfera con focos distribuidos entre los músicos llendo de cálida a fría sumando un constante hielo seco.
Después de “Andvari”, el público expresó su emoción desde las primeras notas de “Starálfur”, a lo largo de esta, en silencio continuaban mostrando emoción moviendo sus cabezas y brazos al ritmo de la melodía.
Tras “Dauðalogn” y “Varðeldur” terminó el primer acto dando pie a una pausa con luces encendidas. El concierto se retomó con “Sin título #1 – Vaka” en el inicio del segundo acto.
“¡Te amo!”, gritaban ocasionalmente los fans a Jón Þór Birgisson, Georg Hólm o a Kjartan Sveinsson quienes mantuvieron la formalidad en todo momento.
Cuerdas y vientos acompañaron la voz del vocalista en las siguientes canciones “Sin título #3 – Samskeyti”, “Ylur” y “Skel”.
El director de orquesta Robert Ames sacudió con fuerza sus brazos y melena durante las indicaciones a los músicos en cada número del setlist. Por primera vez se dejó ver una luz verde durante “Sin título #5 – Álafoss”.
Los agudos tonos de “Sé lest” emocionaron al público, pero continuaron con el respetuoso silencio durante la mayor parte de la canción, salvo en el clímax protagonizado por percusiones y trompetas.
Jónsi entonó “Ára bátur” apoyado por un coro compuesto únicamente por mujeres. Gritos y aplausos de los fans le dieron la bienvenida a “Hoppípolla” y sin presencia del cantante se interpretó por último la instrumental “Avalon”.
Los integrantes de la banda junto con el director de la orquesta salieron y volvieron a ingresar al escenario para agradecer a su público que los ovacionó de pie al término del concierto.
“Qué afortunados fuimos al poder presenciar esto”, comentaron entre amigos al momento de salir del recinto.
OAGP
