Ciudad de México /
Luego de recorrer la CdMx en un microbus, como da fe un video, Ryan Reynolds llegó al salón de un hotel en el que estuvo dispuesto a hablar desde su primera vez en el traje de Deadpool, expresar que su superhéroe no está tan ocupado en salvar a la humanidad y dejar claro que encarnarlo demandó toda su paciencia y se convirtió en uno de los honores más grandes.
“Deadpool me parece que es uno de los privilegios más grandes que he tenido en mi carrera. La persistencia hace que tengas éxito y que te paguen como actor. Cuando hice la primera parte (2016) hubo un momento loco en mi vida, en el que pensé si dentro de 10 años iba a estar haciendo esto y de pronto se da la secuela de Deadpool.
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“Así que para mí es un privilegio inmenso. Aquí el punto clave es lo que ha hecho esta película, no tanto yo. Es increíble lo que nos ha pasado, pues no siempre pasa de esta forma (…) Es un personaje mágico, porque al romper las reglas, te conviertes en una extensión de la película y no de la mercadotecnia”, comentó Reynolds, en conferencia de prensa.
El actor, que aceptó que quiso respetar siempre la cercanía y el “amor” que el rol en los comics siente por la comida y la cultura mexicana, sin dudarlo aseguró que prefiere las chimichangas sobre los tacos de canasta y refrendó su gusto porque sea “un antihéroe políticamente incorrecto que rompe la cuarta pared, que entre torpezas y atropellos intenta retratar la vida real”.
El canadiense también hizo eco de que la primera vez que utilizó el traje “como de un condón rojo”, la experiencia fue traumática, aunque con el paso del tiempo terminó siendo “genial”, aunque tarda más de 30 minutos para quitárselo, en especial la máscara, a la que aún le guarda resquemor por la posibilidad de “vomitar en ella o quedarme solo y no poder sacarla “, dijo.
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El esposo de Blake Lively paciente ofreció algunos consejos para un matrimonio exitoso y compartió su opinión de lo que significa ser un superhéroe: “Es ser mejor de lo que fuimos ayer. No es necesario tener superpoderes para poder hacerlo", al tiempo confesó que a nuestro país le haría más falta “un Avenger, que un Deadpool”.
A las afueras del hotel de Paseo de la Reforma, algunos fans esperaban la oportunidad de ver a Reynolds y compartirle el amor que tienen por él, por lo que tenían en sus manos, muñecos o pósters del personaje.
DAPR