“Voy por la meta”, señaló María, quien a sus 90 años es una destacada corredora que se ha convertido en un ejemplo de superación al participar no solamente en carreras horizontales sino también verticales, demostrando que la edad no es un obstáculo para el atletismo.
En entrevista para MULTIMEDIOS Puebla, María contó que su recorrido en las competencias deportivas comenzó hace 11 años, después de que sus hijos, Arturo y Sergio, la invitaron a participar.
Indicó, que a pesar de que no contaba con ninguna preparación previa para correr largas distancias, decidió formar parte de una carrera, asegurando que siempre le ha gustado hacer ejercicio.
La atleta señaló que todos los días entrena a su ritmo, teniendo una rutina enfocada a correr un kilómetro, para posteriormente seguir con sus actividades que consisten en trabajar y atender su hogar.
Sin embargo, señaló que su principal fortaleza es el trabajo mental, al asegurar que su fuerza para completar cada carrera y llegar a la meta, consiste en mentalizarse en terminar la competencia.
“Siempre digo que voy a poder hacerlo y físicamente voy al parque a correr un kilómetro diario (...) soy autodidacta, toda la vida me ha gustado hacer ejercicio y yo sola me pongo mis ejercicios en la casa”, expresó.
María señaló que uno de sus más grandes orgullos es el tercer lugar que obtuvo el pasado 2 de marzo en la Carrera Tower Running Torre Latino Challenge, quedando a tan solo cuatro segundos del segundo puesto.
Explicó que días antes había tenido una lesión a consecuencia de un golpe que se dio en su casa; sin embargo, ella era la imagen para dicha competencia ya que incluso su foto apareció en la playera.
“En mi casa al bajar los escalones me fui para atrás y con la cabeza rompí un cristal grueso, eso me pasó 15 días antes de la carrera pero tenía que ir a como diera lugar, yo era la imagen”, manifestó.
A sus 90 años, María se prepara para participar en la Carrera Vertical Wellvitae Insignia, que se llevará a cabo el próximo 30 de noviembre, siendo la primera competición vertical que se realizará en la entidad y de la que también es una de sus embajadoras.
De cara a dicha competición, la corredora aseguró que a su edad no le importa en qué lugar finalice, sino que su principal deseo es terminar el recorrido y llegar a la meta, siendo dicho objetivo por el que entrena todos los días.
“Nunca he ido por premios, voy por la meta, me mentalizo a que tengo que poder y tengo que llegar… y gracias a Dios, siempre he llegado”, dijo.
Un ejemplo de superación
María señaló que a lo largo de su carrera deportiva, ha sufrido cuatro accidentes de gravedad y que han dejado secuelas en su físico, por lo cual le es difícil realizar algunas actividades.
Uno de los que más recuerda es un incidente automovilístico, en donde fue impactada por un vehículo cuando ella manejaba, hecho que le dejó problemas de audición.
Asimismo, recordó que sufrió una caída en una zona boscosa de la Ciudad de México, lastimando severamente el brazo y por lo cual le es imposible extenderlo en su totalidad.
“He tenido cuatro accidentes graves, hace nueve años me chocaron, desbarataron el coche, rompí el cristal con mi cabeza (...) hace dos años me lastimé el brazo al caerme en un bosque”, expresó.
Tras dichas experiencias, María aseguró que no existen impedimentos para cumplir cualquier objetivo, mucho menos para participar en una carrera deportiva, hecho por el cual invitó a todas las personas, sin importar su edad, a que realicen ejercicio.
AAC
