El regreso a la actividad no será sencillo. Los deportistas lo saben, pero muchas veces los aficionados no podemos comprender fácilmente cuáles son las dificultades que los profesionales tienen que enfrentar.
Las pruebas nasales para detectar covid-19 son invasivas y dolorosas, y es por ello que muchos atletas se muestran renuentes a pasar tres meses realizándose dos o tres análisis diarios de este tipo. Ian Poulter, golfista británico, mostró en sus redes sociales cómo se hace esta prueba médica.
Have you ever wondered what Corona Virus testing in sport looks like...bet you don’t want to know what it feels like! pic.twitter.com/GUCxdn7oiI
— Ian Poulter (@IanJamesPoulter) June 17, 2020
La prueba más confiable es el cultivo nasofaríngeo, el cual se realiza introduciendo por la nariz un hisopo del rededor de 15 centímetros de largo para tomar una muestra interna de las secreciones de la parte superior de la garganta, por detrás de la nariz, para detectar organismos que puedan causar enfermedad.
Además de invasivo, este examen es doloroso e incómodo, pero a diferencia de la prueba de saliva, sí tiene certeza y validez científicamente establecida, por lo que por ahora es lo más confiable.
Muchos jugadores de la NBA, sobre todo aquellos en equipos con pocas probabilidades de ganar el título, han expresado su rechazo a volver a la actividad en Orlando por la necesidad obvia de tener que padecer análisis como estos durante su estancia en la burbuja de Disney.
Lamentablemente, esto es parte de la “nueva normalidad”, con la que los atletas deberán aprender a vivir en tanto no se encuentre una vacuna.
ZZM