El matador de toros lagunero, Arturo Gilio, fue el gran triunfador de la tradicional Corrida de la Revolución celebrada este sábado ante un lleno en la Plaza de Alberto Balderas, donde indultó y salió a hombros. Su alternante, Octavio García ‘El Payo’, no tuvo fortuna.
La figura del toreo de La Laguna, cautivó con su derroche de pasión y talento con la muleta, valiente en todo momento y certero con la espada.
Con el mariachi ambientando con pasos dobles, Arturo Gilio salió al ruedo vestido de charro, azul marino en herrajes plateados. Su primer toro, ‘Revolucionario’, cárdeno de 485 kilos, de la ganadería Armando Guadiana, con un farol y verónicas de rodillas emocionó al público, y un recorte con mucho arte. Excelente en el primer tercio.
Bajo la melodía de Novillero, Arturo abanderilló a petición del público, le dedico la corrida a Luis Cepeda, su mozo de espadas. En el tercer tercio recibió de rodillas, valiente, bien plantado en el ruedo, al ritmo de paso doble, cuatro pasos en redondo. Mató a la primera y el juez de plaza José Luis Orozco le concedió dos orejas.
Faena que marcó la Revolución taurina
Con su segundo, ‘Villista’ de 502 kilos de la ganadería Arturo Gilio, lo recibió con la faena péndulo, valiente y arrojado al ritmo de Silverio Pérez y una plaza esperando lo mejor del torero de casa.
Arturo demostró por qué es un gran torero, pidió una pausa para solicitar a los músicos De Torreón a Lerdo, deleitó con las faenas de rodillas, metió muletazos en redondo con mucha cadencia.
De nueva cuenta, Gilio salió con todo, entregado en todo momento al arte hasta que llegó el momento decisivo. El juez pidió que lo matara, pero el público pidió indulto y se lo concedió.
El Payo, sin fortuna
Por su parte, Octavio García “El Payo”, vestido de charro en color negro con herrajes en plata, moño rojo, tuvo buen recibimiento del público y su primer oponente fue ‘Caudillo’, un toro de 473 kilos de la ganadería de Boquilla del Carmen, cárdeno entre pelado, el torero se deleita sobre todo cuando lo lleva por Dosantinas y lo remata con el desdén.
El queretano se fajó con tanda de derechazos y martinete, lo metió a sus terrenos y a la hora de matar caló, lo mismo en un segundo intento y al tercero, un poco tendida. Tardo para redoblar, no hubo más opción que el descabello al primer intento.
Sin premio en su segundo turno
En su segundo toro, ‘Zapatosta’ de 480 kilos, El Payo lo encaró al ritmo de La Filomena, tuvo faenas muy buenas, aprovechó las condiciones del astado. Lo volvió a calar y en la espada, muy caída que bastó para que doblara. Se fue en blanco.
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