Sus deseos de pronto disputar torneos de gran relevancia alrededor del mundo, han puesto a la joven tenista poblana, Isabella Lechuga Franco, dentro de los primeros planos del "deporte blanco" a nivel internacional, pues a sus 16 años ha enfrentado a las futuras promesas de la disciplina con buenos resultados en el rubro personal.
Gracias al apoyo total de su familia, Lechuga Franco ha podido conquistar uno a uno sus objetivos, consciente de que el camino es aún largo dentro de su historia deportiva, que prácticamente surgió desde la cuna, lo que a ella ha permitido llevar una vida plena y con metas concretas que confía podrá alcanzar.

¿Cómo nace tu afición por el tenis?
“Yo empecé haciendo ballet, mi papá de pequeño jugó tenis en Texas en una división uno, mi mamá también jugó por diversión, al igual que mi abuela en el country, mi papá me dijo: ‘¿Por qué no quieres intentarlo?’. Lo intenté, desde los cinco a los diez años no me gustaba nada, lo odiaba, me gustaba más el ballet, a los diez le comencé a tomar el gusto, y mi mamá me dijo: ‘Decídete, ballet o tenis’. Elegí tenis y desde ahí me encantó, dije: ‘Esto me gusta y lo voy a hacer para siempre’”.
¿Qué tanto te sirvió la práctica del ballet una vez que iniciaste de lleno en el tenis?
“La coordinación más que todo, porque antes era muy descoordinada, después del ballet y todo eso la coordinación fue en lo que más me ayudó el ballet”.
¿En qué momento te das cuenta que no sólo quieres jugar tenis, sino llegar a un nivel altamente competitivo?
“Yo digo que desde los trece, dije que esto sería largo, cuando cumplí quince me fui a Estados Unidos, o sea hace un año, yo sabía que desde los trece quería estudiar afuera y debía iniciar ya para entrar en una división uno, para representar a México, yo quiero ser profesional ahora, desde los trece supe que sería de por vida, un proceso largo, pero desde ese momento supe”.
Antes de tomar la decisión de salir del país, tú ya habías triunfado en Olimpiada Nacional, ¿cómo calificas esa experiencia?
“Tenía 14 años, jugué en la división de 14 y mayores, perdí en Cuartos de Final en singles, ganamos tercer lugar en dobles y gané el oro en mixtos con mis compañeros de la selección”.
¿Qué tan difícil ha sido para ti vivir fuera de casa, lejos de tu familia?
“La escuela sí me costó muchísimo, porque yo venía de estar de manera presencial a estar todo el tiempo en línea, sí fue un cambio muy rápido, más al ser todo en inglés, eso me costó muchísimo, el desprenderme de mi familia no me costó nada, porque desde muy pequeña he viajado sola a torneos fuera del país, eso no me costó nada, pero el tema de la escuela y los horarios, porque la escuela es muy abierta, entrenaba tarde, así que llegaba yo más tarde a hacer escuela, eso me costaba muchísimo, estaba muy cansada todo el tiempo, pero una vez que agarré el ritmo todo fue más fluido y más rápido”.

Tu cambio de residencia se da prácticamente en plena pandemia, ¿cómo viviste eso?
“En California me tocó la pandemia, la gente era muy cuidadosa, no duró tanto como en México, para salir al aire libre estaba permitido, siempre y cuando usaras cubrebocas, jugábamos tenis sin cubrebocas porque vivíamos en una colonia con canchas privadas, sólo tenías que tomarte la temperatura y sanitizar las canchas al dejar de jugar, no fue difícil, lo que sí fue es que se canceló todo, todos los torneos, no pude salir a jugar y sólo pude entrenar todo ese tiempo”.
Ese tiempo te ayudó a preparar tu participación en la Copa Mundial Billie Jean Júnior de Turquía, ¿qué tal te resultó esa experiencia?
“Me ayudó a estar más preparada, pero igual siempre lo estuve, la pandemia no me detuvo, fue un torneo que estuvo muy bien. Fue un torneo muy duro, físicamente y mentalmente estuvo muy cansado, pero estuvo muy bien hecho, un torneo lindo, a la gente ya la ves como cada quien está muy metida en el tenis, era muy competitivo el ambiente, muy lindos todos, la verdad estuvo muy bien. Vi que hay muchas cosas en las que tengo que mejorar, que debo seguir trabajando, para seguir jugando y llegar a un cierto nivel y lograrlo”.
Después de este torneo, ¿cuál es tu camino a seguir?
“Seguir entrenando durísimo, aparte tengo que generar muchísimos puntos para poder llegar a jugar torneos más grandes y así poder avanzar a los torneos profesionales. El 31 de este mes vuelo a Barcelona, ya me quedaría ahí todo el año o tal vez más si se puede. De aquí hasta que concluya Navidad haré únicamente pretemporada, después de diciembre iniciarán los torneos fuertes para agarrar puntos para jugar los torneos júnior y los torneos júnior profesionales. Estaré entrenando en Cornellá, en Bruguera, voy a estudiar ahí en la misma academia, tenemos salones de clase, ahí estaré un rato”.
¿Cuál es en tu mente el primer torneo en el que deseas participar ya como profesional?
“De Júnior quiero jugar el Abierto de Estados Unidos si me dan los puntos, si no, quiero jugar el Abierto de Australia, es superficie dura, a nivel del mar y eso me gusta mucho. En el Wimbledon no porque no me gusta el pasto, ni tampoco el Roland Garros porque no me gusta la arcilla, pero el Abierto de Estados Unidos, el Australian Open, el Indian Wells Open, esos sí, quiero hacer un buen papel”, apuntó.
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