En 1973, Marcos Rivas hizo historia al convertirse en el primer (y el único) jugador en desempeñar las 11 posiciones en la cancha en el futbol profesional.
El polifacético jugador del Atlante logró la última posición en un partido contra Pumas, en el que fungió como portero con la expulsión de Rafael Puente, por la necesidad de parar un penal.
La hazaña la consiguió frente a Leonardo Cuéllar, en ese entonces delantero de Universidad, quien se llevó ese trago agridulce pese a que su equipo ganó aquel partido por marcador de 2-0.
“Me tocó ese penal, creo que fue un exceso de confianza y la verdad fue mal tirado. Siempre los tiraba yo o Mario Velarde”, recordó Cuéllar en plática con MILENIO-La Afición. “En esa ocasión me tocaba a mí, pero no me tocó acertar”.
Cuéllar era muy amigo del Mugrosito Rivas, como era conocido el jugador de los Potros de Hierro, quien actualmente tiene su domicilio en Durango y que había señalado que le había advertido a Leo que ese penal se lo iba a parar.
“Rivas fue un gran jugador, de mucha dimensión porque podía jugar en cualquier posición. Eso fue parte también por el que se hizo famoso”, confesó.
Rivas pudo parar el penal gracias a que Rafael del Río lo entrenaba mucho bajo los postes, además de que su desempeño tanto en el llano y un poco de fortuna le jugaron a favor.
“Ahora que hay posibilidad de que regrese el Atlante a la Ciudad de México, creo que va a ser algo muy atractivo y algo muy especial para los aficionados de este club”, complementó Cuéllar, ante el posible regreso de los Potros de Hierro a la capital.
RGS