Vergil Ortiz estaba preparado para regresar en febrero del 2022 luego de un 2021 lleno de buenos resultados; sin embargo, el diagnóstico de rabdomiólisis lo obligó a cancelar los planes y esperar.
“Fueron momentos muy desesperantes, pues estaba atrapado en mi cuarto, sin un motivo, sin poder proveer a mi familia. Sentí que no tenía significado, no sentía un propósito. Fue muy difícil, por eso el volver es muy bueno, pues es lo que mejor sé hacer”, dijo en una mesa redonda hoy.
La rabdiomiliosis es una enfermedad en donde la descomposición de los músculos dañados provoca la liberación del contenido de las células musculares en la sangre y la recuperación requiere de tratamiento por al menos un mes, hasta que se supera el dolor muscular y la fatiga. Siempre y cuando no se genere algún daño a algún órgano.
Vergil, peleador nacido en Texas de 24 años, regresará luego de una ausencia de un año para enfrentarse al invicto inglés Michael McKinson en el Dickies Arena en Fort Worth, Texas, en un duelo que se pretende sea el trampolín necesario para impulsarlo por un título mundial. Ortiz llegará con un récord de 18-0 con 18 KOs.
“Estoy listo para regresar, pasó mucho en un año, pero espero que después de esta pelea regresemos con fuerza al calendario. Tengo 24 años y no me gusta desperdiciar el tiempo, pero trato de mantenerme optimista en cualquier escenario. Estoy feliz y emocionado de estar de vuelta”, abundó.
El deseo de su promotora es que Vergil pueda salir con la mano en alto este fin de semana para después buscar algún encuentro ante los altamente competitivos Errol Spence o Terence Crawford, quienes están negociando la posibilidad de enfrentarse en un duelo por el campeonato indiscutido.
EM
