Hace apenas unos años, Griffin no cargaba bastones, sino carpetas. Trabajaba en una oficina como agente de préstamos hipotecarios en Carolina del Norte, convencido de que su sueño de jugar en la PGA se había terminado. Estaba endeudado y ya no podía más.
“Cuando estaba en deuda, simplemente no podía costear el entrenamiento o viajar para competir. Trataba de llegar a los torneos finales, de ganar dinero lo más rápido posible y no lo lograba”, contó Griffin a Grupo Multimedios en la conferencia de prensa tras su victoria en Los Cabos.
Pero algo —ese vacío que se instala cuando uno renuncia a lo que ama— lo empujó a regresar. No fue la ambición ni la fama. Fue una necesidad más primitiva: sentirse vivo. Griffin volvió al campo con la calma del que ya no tiene nada que perder. Sin el ego del profesional, sin la presión de probarle nada a nadie. Solo con las manos, el swing y una voluntad que ya había conocido el suelo.
Ben Griffin used a new TaylorMade Spider Tour X putter in Cabo to collect his third win of the year.
— Golf Digest (@GolfDigest) November 10, 2025
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Hoy, con su sonrisa limpia, su gorra perfectamente acomodada y unas gafas que le permiten evadir una condición visual. Griffin es el símbolo de lo que queda cuando se apaga el ruido. No es el típico niño prodigio del golf, es el tipo que se atrevió a fracasar y que se atrevió a volver.
“Pero ahora me sentí revivido, con un respaldo increíble. Había tanta gente en mi esquina que realmente quería verme regresar al golf y por eso decidí hacerlo”, declaró
Su historia tiene un aire cinematográfico: el golfista que dejó el tour para vender casas y que años después levanta su tercer trofeo PGA del 2025 bajo el sol mexicano. Pero detrás del cliché, hay algo más honesto: la resiliencia de quien aprendió a perder y por eso mismo, a ganar de verdad.
“La verdad, no quería volver, pero recibí tantas señales, tanto apoyo, que sentí que debía hacerlo. Y al final, todas esas señales resultaron tener razón. El mundo es un lugar loco, y hay que tener fe, confiar y aprovechar esas oportunidades únicas. Estoy muy agradecido de haber tenido la chance de volver al golf.”
Ben Griffin no le ganó solo al campo. Le ganó a la desilusión, a la rutina, al miedo de haberse vuelto “alguien normal”. Y ahí está ahora, una vez más en la cima en este año. Sin hacer ruido, sin prepotencia, solo con la certeza de quien entendió que la vida —como el golf— se juega golpe a golpe.
Easy as 1, 2, 3 for Benny G ????
— PGA TOUR (@PGATOUR) November 9, 2025
Ben Griffin takes the @WWTChampionship in Cabo for his 3rd TOUR Victory! pic.twitter.com/p2TFI4TZWh
FCM