BBVA México considero que, con 600 mil empresas paralizadas, sin ingresos y con alta incertidumbre de poder retornar a consecuencia de la crisis de coronavirus, la pérdida de empleos puede continuar aumentando y pegando a los trabajadores de menores ingresos que engrosen el empleo informal, el desempleo y los niveles de pobreza laboral.
De acuerdo con el área de análisis de BBVA, el cierre de empresas visto a partir del número de patrones dados de baja del IMSS y de los empleadores que transitaron al desempleo reportados en la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) reflejan una pérdida importante de empresas, lo que puede dar una idea de la magnitud del impacto que está teniendo el covid-19 en la estructura productiva del país.
El banco agregó que la pérdida de empleos formales en el país ha sido a los trabajadores de menores ingresos, y los programas de apoyo al gobierno no han logrado evitar la afectación en los sectores más vulnerables.
“De los más de un millón 30 mil empleos perdidos, 92.4 por ciento fueron de trabajadores con ingresos equivalentes de hasta 2 salarios mínimos, lo cual de manera directa incrementó del nivel de salario promedio real”, refirió.
De acuerdo con la encuesta telefónica del Inegi, hay 311 mil empleadores del sector formal en suspensión temporal sin recibir ingresos y 313 mil informales. En el primer caso el 81 por ciento son microempresas, y 98 por ciento en el segundo. Estima que alrededor de 20 mil empresas formales e informales han cerrado sus operaciones.
Agregó que en una segunda etapa la destrucción de empleos alcance a los trabajadores con mayores niveles de remuneración. Una vez superado el cierre de la economía se prevé que el empleo de hasta 2 salarios mínimos pueda recuperarse al disiparse gradualmente las disrupciones de oferta en la economía, sin embargo, en la medida que se profundicen los efectos de la mayor debilidad de la demanda, también es previsible que se destruyan empleos mejor remunerados y se incremente la pobreza laboral.
BBVA puntualizó que, hasta el momento, la pérdida de empleos de la crisis de 1994 sigue siendo mayor en relación al tamaño del mercado de trabajo, pero dado el grado de afectación de la paralización de la economía y la incertidumbre sobre la reapertura económica, que podría darse de manera generalizada hasta finales del tercer trimestre del año, son riesgos que prevalecen al alza y alcanzar los niveles de empleo previo a la pandemia podría prolongarse hasta 2024.
GGA