Jessica Leal Osuna, madre de tres hijos y ex jugadora del equipo Águilas de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep) que ascendió al máximo circuito del baloncesto estudiantil en México, hereda la pasión por el deporte a sus tres hijos, Sadol, Josmar y Emiliano.
Para la integrante del equipo rojiblanco conquistó el título de la mejor competidora en el campeonato de la Comisión Nacional Deportiva Estudiantil de Instituciones Privadas (Conadeip), ser madre es lo más importante en su vida.

“Son emociones muy fuertes. La verdad es que dentro de todo lo que me ha pasado en la vida, el básquetbol, la pelota y todo, lo tengo como muy relacionado. Entonces, el ser madre, pues, es algo muy importante en mi vida y es, yo creo que mi todo. Mis hijos son mi todo”, expresó.
Herencia antes del parto
Jessica Leal Osuna, ex integrante de la quinteta de las Águilas de la Upaep y esposa de Sadol Martínez Estrada, otra de las leyendas del deporte ráfaga universitario, dijo que heredó la pasión por el deporte desde antes de su primer parto.
Explicó que durante los partidos del campeonato de la Liga de la Asociación de Baloncesto Estudiantil (ABE), supo que estaba embarazada de su primogénito, quien se llama igual que su padre Sadol y quien, en la actualidad, se está convirtiendo en una figura del deporte ráfaga universitario.

En entrevista para Multimedios Puebla, Leal Osuna resaltó que decidió seguir compitiendo hasta poco antes de los tres meses de gestación y luego de participar en el clásico universitario entre la Upaep y las Aztecas de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap).
“Todavía jugaba básquet, entonces, de repente, fue algo como muy repentino y me dijeron que iba a ser mamá. Entonces, ¿a qué hora voy a dejar de jugar? Esto es como un vicio, en mi vida es como un vicio y cuando llegas a la cancha, hasta te sudan las manos. Fue como algo especial y, a su vez, fue como desesperado porque no podía estar en las canchas de básquet. Todavía jugué, me tocó jugar con Sadolín en mi estómago un clásico Upaep vs Udlap. Entonces, por aquí terminé de jugar y se acabó el baloncesto, fueron como siete meses, ya tenía tres meses. Así me convertí en mamá”, explicó.
Leal Osuna aseguró que la mejor herencia que se puede brindar a los hijos es el gusto por estudiar una carrera y, al mismo tiempo, el interés por practicar una disciplina deportiva, clave para mantener una vida saludable.
“La mejor herencia que yo creo que pueden tener es continuar con el estudio y el deporte que es lo que ellos escogen, en lo que ellos quieran hacer. Es un compromiso muy grande el tener una beca, el estar en la universidad. La verdad es que es muy importante que estudien y, por medio de lo que nos gusta hacer tengamos este beneficio. Entonces, lo mejor que les puede pasar es que la universidad o que el estudio, se dé por medio del deporte”, destacó.
Sadol Martínez Leal, hijo de Sadol y de Jessica, heredero de la tradición del deporte ráfaga, explicó que se siente orgulloso y agradecido con su madre, quien es un ejemplo de que los objetivos se pueden conseguir.
“Mi madre es una de las personas más importantes en mi vida. La que me ha brindado todo, me ha brindado ese apoyo que siempre está. Nunca ha bajado las manos en cuanto a apoyarnos a mis hermanos y a mí”, apuntó.
El estudiante de 21 años de edad de la carrera de Comunicación y Medios Digitales de la Upaep, aseguró que los festejos a las madres deben ser todos los días, por lo que, el mejor regalo es honrarlas y reconocer sus aportaciones cada instante.
“Yo creo que siempre debemos apapachar a nuestras madres. Al final de cuentas, no es solo celebrarlas un día. Ellas han dado su vida entera para criarnos y darnos enseñanzas para ser las personas que hoy somos. Darle las gracias, siempre hay que ser agradecidos”, finalizó.