Son más de 100 años en los que los atletas mexicanos han participado en los Juegos Olímpicos, en las que se han conseguido 73 medallas en 16 disciplinas. Aunque el judo todavía no forma parte de esa lista, las esperanzas recaen en Prisca Guadalupe Awiti Alcaraz.
Ella es un ejemplo claro de un mundo cada vez más globalizado. Nació el 20 de febrero de 1996 en Londres; su madre es originaria de León, Guanajuato, en tanto su padre es keniata. Al crecer en el Reino Unido, comenzó su carrera deportiva como parte del equipo británico de judo, hasta que decidió representar a México en 2017, en donde sus habilidades en la disciplina le permitieron unirse al equipo.
"Siempre he sido muy cercana a mi lado mexicano. Cuando estaba chiquita venía mucho de vacaciones y también creciendo aquí el resto de mi vida", reconoció Awiti en entrevista con MILENIO-La Afición. "Soy alguien muy cercana con mi familia, con los que viven en la Ciudad de México, en Nayarit, en Guanajuato y en León. Fue una decisión muy fácil y de la cual estoy muy orgullosa".
Pero antes de practicar este deporte, comenzó en la gimnasia. No fue sino hasta que empezó a seguir los pasos de su hermano que también incursionó en esta arte marcial japonesa. "Ha sido el deporte que más impacto ha tenido en mi vida. Creo que me ha construido como persona. Me ha ayudado en mi disciplina, en mi motivación y todo eso ha crecido gracias al judo, me ha dado todo".

Su momento de revancha
Se esperaba que su primera aparición olímpica fuera hasta este año, pero su talento le permitió ser la única mexicana clasificada a Tokio 2020, edición en la que acabó en el decimoséptimo lugar. Es un hecho que también competirá en París, ya que en el judo hay dos años de clasificación por medio de ranking, el cual cierra el 23 de junio; sin competencias por delante, Awiti estará en Francia y buscará la presea que quedó pendiente en Japón.
"Me siento emocionada y feliz. Serán mis segundos Juegos Olímpicos, entonces estoy muy orgullosa de poder lograr mi meta de nuevo", reconoció Prisca, quien compite en la categoría de menos de 63 kilogramos y en este ciclo olímpico entregó grandes resultados, como el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, consiguió el bronce en los Panamericanos de Santiago de Chile, acabó segunda en los Campeonatos Panamericanos de Judo de Guadalajara 2021 y Calgary 2023, sin olvidar su quinto lugar en Campeonato Panamericano y de Oceanía de Judo de 2024 y un séptimo puesto en el Judo Grand Slam Dushanbe. Toda experiencia suma y espera que eso allane su camino rumbo a un lugar en el podio
"En los dos últimos años he demostrado que puedo estar entre las mejores del mundo. Entonces mi meta para París es esa misma, el estar dentro del podio, conseguir alguna de las medallas", añadió la atleta.

Sus inspiraciones
La música puede ser importante en la vida de muchas personas. Prisca no es la excepción, ya que siempre usa canciones tanto en inglés como en español para relajarse, concentrarse e incluso olvidarse del mundo un rato.
Es tanta su pasión por la música que a sus 11 años comenzó a ver tutoriales para aprender a tocar instrumentos musicales como la guitarra y el piano. "Son cosas que aprendí por mi cuenta al ver videos en YouTube. Todavía me falta un poco todavía. No voy a ser la próxima Justin Bieber… por ahora", comparte entre risas.
También tiene un tatuaje en su brazo izquierdo que se ha vuelto en su mantra. Cuando se le preguntó por el significado, Prisca se sinceró sobre su filosofía de vida y cómo lo aplica en todos los aspectos de su día a día, tanto cuando usa el judogi y su obi, como cuando no es así.
"Como deportista y como persona es una frase que me ha ayudado mucho. Porque nadie te va a salvar, así que párate. Creo que en la vida y en el deporte soy una persona que depende mucho de sí misma. Hago judo, un deporte individual que ha aportado en eso, pero también el hecho de que en el judo puedes caer muchas veces, pero lo importante es que siempre te paras, siempre te levantas todos los días".
RGS