Sonríe, de hecho siempre lo hace, aun cuando acaba de entrenar y su rostro oculta perfectamente todo el esfuerzo realizado en cada práctica. Sin embargo, hoy su risa es diferente: hay nervios, emoción, un poco de incertidumbre, pero también mucha seguridad de que hará su mejor esfuerzo. Andrea Ramírez Limón está lista para viajar, en la maleta lleva uniformes, tenis y un sinnúmero de ilusiones, será su debut en unos Juegos Olímpicos y quiere, ante todo, disfrutarlos.
Han sido muchos años de entrenamientos, de todos los días recorrer decenas de kilómetros buscando ser más resistente y veloz, pero por fin el sueño está a punto de cumplirse, viaja a Tokio con la mejor marca mexicana del momento en el maratón y con el anhelo de escribirse en la historia del deporte nacional y mundial.
“Estoy muy contenta, nerviosa un poco, pero si no tenemos nervios no estamos listos, muy emocionada, muchos pensamientos en la cabeza, pero todo positivo”.
Antes de dejar su casa en Toluca se despidió de su perro Rayo, asegura que lo va a extrañar por unos días, pero el esfuerzo valdrá la pena. Se vistió con el pants de viaje y metió en su maleta una bandera mexicana, no sabe exactamente lo que le espera en Japón, pero se da una idea, ha visto la primera parte de los Juegos Olímpicos por televisión y sabe que pronto vivirá muy de cerca esta fiesta deportiva.
“Veo los Juegos Olímpicos en la televisión y digo yo voy a estar ahí, soy parte de esos grandes atletas, sí me siento con un compromiso con México, mi familia, con mi entrenador Jonathan (Morales), pero compromiso buenos porque sé que voy a dar lo mejor de mí, hemos trabajado muy duro, es un sueño hecho realidad, estoy lista y preparada”, mencionó.
En los últimos días su teléfono no para de sonar, le llegan muchas llamadas y mensajes de apoyo, incluso, de algunos profesores y compañeros de la licenciatura, de ex entrenadores y de sus amigos más cercanos.
“Todos están muy contentos, hay muchas personas que me han escrito de la universidad, de la secundaria, mis profesores de matemáticas, algunos con los que tuve una relación cercana en estas semanas me han escrito, amigos que he conocido en Toluca, me escribió mi primer entrenador y todo muy padre, todos me desean mucho éxitos, que me vaya bien y todos están a la espera de ver el maratón”.
Con dedicatoria
Andrea será de las últimas atletas del país en participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el próximo 6 de agosto por la tarde (tiempo de México), no correrá en Tokio sino en la subsede Sapporo, donde su misión es como mínimo meterse entre las primeras 15 de la competencia y así registrar la mejor actuación de una mexicana en el maratón de una justa veraniega. A esta actuación ya le puso nombre y apellido, tiene dedicatoria particular.
“Tiene varias dedicatorias. A mi entrenador (Jonathan Morales) porque es fruto de su esfuerzo, es como una culminación de algo que iniciamos hace tres años, que se veía lejano y es ya una realidad, se lo dedicó a él porque lo quiso como atleta y ahora va como entrenador”, mencionó.
Y añadió: “también me lo dedico porque es mi esfuerzo, porque he luchado contra comentarios cómo: 'dedícate a otra cosa'... o que nos dicen que no lo podemos hacer. Se los dedico a mi papás, porque me siento muy orgullosa de ser su hija, ellos me dieron la vida y recuerdo a mi mamá que ya no está con nosotros y veíamos los Juegos Olímpicos, me decía que quería algún día ver unos juegos en vivo y yo no solo los veré, soy parte de ellos, entonces va con dedicatoria a mi mamá, a todas las personas que están conmigo y han visto parte de este camino”.
KVS
