El trabajo escénico en La Laguna sigue siendo de gran interés público, especialmente cuando aborda temas tan vigentes como la memoria histórica.
A 80 años de los hechos que inspiraron su obra, el coreógrafo y bailarín Ruby Gámez, ganador del Premio Nacional de Danza José Limón 2020, se prepara para ofrecer dos funciones de su unipersonal "Der Architekt" en el Teatro del Centro de las Artes, ubicado en el Parque Fundidora de Monterrey.

Reconocimiento y apoyo institucional
En entrevista exclusiva para MILENIO, Gámez agradeció el apoyo recibido en 2024 a través del programa Escena Conarte, que le permitió desarrollar esta coreografía.
Las funciones están programadas para el 25 y 26 de julio y forman parte de una pequeña temporada de danza organizada por el Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (Conarte). Gámez expresó su deseo de llevar la obra a Torreón, subrayando la facilidad logística de una producción en la que sólo participan él y un iluminador.
Berlín posguerra y el surgimiento del horror
Ambientada en la Berlín devastada tras la Primera Guerra Mundial, la obra gira en torno a Erick Zafra, un arquitecto que, tras escuchar un discurso de Hitler, cree poder contribuir al renacer social mediante la construcción de espacios para la vida.
Sin embargo, pronto descubre que su talento será utilizado para diseñar cámaras de gas, lo que lo sumerge en un conflicto moral profundo y en una carga simbólica de culpa que arrastra a lo largo de la obra.
Metáforas visuales y crítica social
Gámez emplea elementos simbólicos para representar el horror. Una botella, por ejemplo, simboliza la cámara de gas; las colillas de cigarro arrojadas dentro representan el humo tóxico. La Regla T, transformada en martillo, se convierte en arma.
El cambio de un simple traje marrón al uniforme nazi refleja la transformación del civil en verdugo. La coreógrafa Sunny Cecile Savoy colaboró en el proceso creativo y recomendó representar visualmente estos símbolos.
Zapatos, memoria y resonancia con México
En uno de los momentos más conmovedores de la obra, el personaje arrastra al menos 50 pares de zapatos sobre el escenario: una metáfora del peso de la muerte que carga.
“Es una estela, una huella de lo que fue”, dijo Gámez.
Durante el conversatorio posterior al ensayo abierto, mencionó la conexión involuntaria entre la obra y los hallazgos recientes en Teuchitlán, Jalisco, donde se encontraron hornos y restos humanos, aludiendo a un eco contemporáneo de los horrores del pasado.
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