Resultado de una mezcla cultural española, árabe y mexicana, la música jarocha se preserva como una tradición que suena al ritmo del arpa, guitarra, leona, zapateado y canto, afirmó Zenén Zeferino, músico, compositor y director del grupo Sonoro Sueño.
Desde 1980 a la fecha, dijo, el son ha ganado terreno en el país y en el extranjero, al igual que mucha musica tradicional de los estados mexicanos que ha roto fronteras; sin embargo aseveró que es necesario una importante inyección de recursos económicos y humanos.
“Ya hay fandango fuera de Veracruz y Toluca es un ejemplo, la Ciudad de México, Puebla, Michoacán, no se diga en Estados Unidos como en California, Chicago, Nueva York, Washington D.C., en Europa, ya te imaginarás lo viva que está”.
Comentó que desde hace 20 años se dedica profesionalmente a crear y difundir estas melodías que nacieron en un entorno comunitario transmitidas por generaciones.
“Mi mamá era bailadora de fandango, a mi papá le gustaba hacer décimas en diciembre, era y es tan cotidiano en Veracruz, pero no se veía a un miembro de la familia dedicándose profesionalmente, pero con el tiempo se ha dado y compartimos en otros lados este arte con todas sus manifestaciones sin desvincularse de las comunidades”.
Aunado a lo anterior, agregó que no se trata de una representación folclórica sino de una tradición viva “después del mariachi y ahora de la banda que tiene muchos focos comerciales de difusión, el son es uno de los géneros emergentes que se van consolidando, encontramos a los Vegas, a los Cojolites, en el rock mexicano, con Lila Down, entre muchos otros”.
El músico ha llevado estos ritmos mexicanos al extranjero, incluyendo Nueva York, donde observó que hay un gran cariño por la cultura de este país.
“Cuando nos presentamos la gente se sorprende, ven características caribeñas, expresiones rítmicas africanas y rápidamente se contagian del ritmo”.
Por otro lado, compartió que hace 19 años fundó su primer agrupación “Chuchumbé,” donde inició su trabajo de difusión y se presentó en festivales nacionales e internacionales.
Por último, aplaudió la creación de colectivos culturales que rescatan las raíces mexicanas, uno de los cuales lo trajo a la capital mexiquense.
“Nuestro espíritu está en no desarraigarnos, difundir fuera de Veracruz la enseñanza del son, en Toluca hay una comunidad naciente que es la que venimos a visitar para enseñarles lo que es la tradición del fandango, su ritual, su poesía, su danza”, concluyó.
Para conocer más sobre su propuesta se pueden consultar sus redes sociales como Zenèn Zeferino y el Sonoro Sueño.
LC