La explanada de la Cámara de Diputados alberga una experiencia artística única donde la escultura monumental se convierte en un poderoso espejo de la sociedad. El artista Rivelino comparte detalles sobre su obra y el profundo mensaje que invita a reflexionar sobre los valores y antivalores en México.
Hace tres décadas que José Rivelino Moreno Valle explora en su obra escultórica la compleja relación entre silencio, materia y memoria. Ahora, el artista jalisciense, impulsor del arte público, traslada esa indagación visual y conceptual al recinto más emblemático de la política mexicana: la Cámara de Diputados, en San Lázaro.
Su exposición a la que ha titulado Topografía de lo Invisible, reúne 16 piezas monumentales y emblemáticas que, mediante instalaciones, relieves y esculturas, revelan la presencia invisible y poderosa del silencio en lo social, lo político y lo íntimo.
Su trabajo invita al público a un recorrido sensible que descifra cómo el silencio no es ausencia, sino "una presencia intangible que modela lo humano". Cada escultura e instalación, cada forma contenida y cada gesto suspendido se convierten en una "piel del tiempo" donde se inscriben heridas, memorias y valores colectivos que sostienen la convivencia humana.
En el acto inaugural Rivelino agradeció a quienes hicieron posible esta exposición, presentada en el marco del programa cultural de la Cámara de Diputados, impulsado por el diputado Ricardo Monreal. En representación del legislador, la diputada Julia Olguín destacó la trayectoria del artista, al lado de la diputada Alma de la Vega, presidenta de la Comisión de Cultura y Cinematografía.
"Rivelino, en el mapa de las artes visuales contemporáneas es heredero de una basta tradición de creadores de Jalisco, como José Clemente Orozco, María Izquierdo, Luis Barragán y Juan Soriano, por mencionar algunos en las artes visuales", enfatizó Olguín.
¿Qué retos enfrentaste para presentar esta exposición aquí?
Decidí hacer una revisión de todas las piezas de gran formato y monumental que he hecho a lo largo de 30 años, debido a que la explanada de la Cámara de Diputados es muy grande. Algunas piezas las pedí a los coleccionistas, de otras hice una réplica, considerando que unos modelos originales tuvieron que pasar por restauración.
Lo delicado fue hacer las bases para sostener cada una de las obras, porque obviamente, no es un salón, ni un museo, es una galería al aire libre; el montaje de las obras ha sido una tarea complicada, ya que, si hubiera paredes donde colgar, resultaría más sencillo, por eso se tuvieron que diseñar bases para que las obras permanezcan de pie.
La instalación principal que lleva en nombre de la exposición, Topografía de lo Invisible, está compuesta por 40 bloques de concreto que tienen incrustadas palabras relacionadas con los valores y antivalores; tiene uno de mis dedos clásicos señalando cada valor o antivalor sobre el bloque, para que quien la recorra decida de qué lado está: traición, tolerancia, corrupción, respeto. Convirtiéndose esta propuesta en una especie de laberinto de valores. Es una instalación interesante, sólo esa pieza tiene 40 componentes y pesa entre dos y tres toneladas.
¿Qué otras obras incluye la muestra?
Llevamos una réplica idéntica de la escultura Tú, que está en el Museo de Memoria y Tolerancia, de pequeño formato —mide ocho metros de largo— con la cual se puede interactuar. También está la caja táctil, que es de otra época, para que la gente interactúe con el cubo; dicho sea de paso, tres piezas que resguardaba fueron robadas en una de las exposiciones que presenté en San Francisco, en Estados Unidos, y nunca se recuperaron, el seguro terminó pagando sus restitución. Tan sólo esta obra ha sido vista por más de 14 millones de personas en el mundo.
Además, en la explanada de la Cámara de Diputados se exhibe Un Guardián, de la serie Nuestros Silencios, pero de color negro; es el modelo original. Hay otros guardianes de tres metros y medio de alto, en color marfil, que representan la transición entre no hablar, intentar hablar y hablar. La serie realizada en 2009 itineró por Portugal, España, Bélgica, Alemania, Italia, Reino Unido, Rusia y diversas ciudades de Estados Unidos, como San Diego y San Francisco.
En la muestra Topografía de lo Invisible, en la Cámara de Diputados, se presenta una pieza llamada Los abrazos, que está dentro de una vitrina de cristal y habla de cómo podemos relacionarnos de distintas maneras y en distintos órdenes; es una flor que se arma y desarma.
Además de cuatro relieves, uno de ellos llamado Sinapsis, con más de 2 mil soldados que van luchando unos contra otros, funcionando como neuronas y que simbolizan la lucha interna que todos tenemos.
Incluyendo 1300 g, relieve compuesto por 249 cerebros en oro, enfrentados a un lingote con la inscripción '1300 g'. ¿Qué pesa más, el cerebro humano o el oro? Cada cerebro está dentro de un nicho y cubierto de hoja de oro que tiene inscrito en bajorrelieve el valor de cada cerebro humano, la estructura más compleja del universo. Una dualidad interesante para discutir en la Cámara de Diputados.
El silencio es un tema central en tu obra ¿qué representa?
El silencio no es ausencia, sino presencia intangible. Hay silencios en los que te construyes por dentro cuando decides tomar distancia de la palabra, meditar y contener tu fuerza para saber en dónde estás parado en la vida. Ese silencio puede ser muy benéfico en el arte. Es parte del ADN de la creación: conceptualizar, pensar, investigar y crear. A veces es difícil trabajar en silencio, porque la escultura es un trabajo colectivo y, más cuando es de tamaño monumental, es lo que menos hay.
¿Qué significa mostrar esta exposición en el corazón político de México?
Me da mucho gusto meter obras que cuestionan cómo estamos compuestos como sociedad en la Cámara de Diputados, frente al Congreso; es increíble. Es un espacio donde se construyen las leyes del país, donde esperamos respuestas todos los días, y yo lo que hago es colocar más preguntas. Es el arte haciendo su trabajo, hablando de temas importantes.
¿Cómo abordas temas sociales como la libertad de expresión, desigualdad y memoria colectiva?
Mi obra siempre ha sido cuestionar lo qué sentimos y que nos involucra a todos al mismo tiempo. Estas piezas hablan del respeto, igualdad, honestidad, y también de cómo está el mercado del arte y las políticas culturales. Creo que los artistas deben hablar de estas cosas abiertamente, no en privado. El arte tiene la responsabilidad de tocar estos puntos importantes.
¿Qué papel tiene el arte público en la conciencia social?
Es fundamental porque toca esos temas que muchas veces se olvidan o se evaden. Estamos en un momento en que todo es diversión, ocurrencia o entretenimiento rápido, pero los artistas todavía sentimos y conectamos con los demás para provocar una reflexión. El arte visual dejó de incomodar al sistema, pues es algo que ya no le interesa a muchos de los artistas.
¿Cuáles son tus próximos proyectos o temas a explorar?
Voy a sacar la pieza de valores y antivalores en plazas públicas y tengo planeadas dos instalaciones relacionadas con la naturaleza y la violencia de género. Además de exhibiciones lúdicas e interactivas para niños, para que tengan su primer contacto con el arte en vía pública, entrarle al tema de las infancias, con la finalidad de que jueguen un poco con arte. Mi idea es poder mostrar mi obra en diferentes partes de la República.
¿Cómo ves el futuro del arte público en México?
La mayoría de los artistas prefieren la sala del museo y las galerías porque les da seguridad, pero yo creo que hay que salir a la calle para encontrarse con el desconocido y lo inesperado, que no tienes tiempo para controlar. Eso te deja mucha experiencia como creador y como sociedad. El arte público transforma y conecta con quienes no van a museos.
¿Qué mensaje quieres compartir a quienes visiten Topografía de lo invisible?
Que la gente reflexione sobre quiénes son como personas y como ciudadanos. Que enfrenten su postura frente a los valores y antivalores que nos constituyen. Espero que puedan tener una experiencia humana profunda y significativa, desde el lugar donde se toman las decisiones del país.
La exposición Topografía de lo Invisible, está abierta al público desde el 28 de octubre y hasta enero de 2026, en la Cámara de Diputados, en San Lázaro.
hc