El objetivo del libro “Canciones, sonidos y lo que sigue”, del autor argentino Gabriel Rojo, es “dejar en evidencia esta constante ida y vuelta entre el mundo del pop y el mundo de la música experimental mediante 53 biografías de artistas esenciales en ambos campos”. Para narrar en conjunto una especie de la historia de la música contemporánea.
Rojo empieza por los representantes más vigentes de la canción en su estado más puro en la sección “Canciones”. Aquí desfilan Johnny Cash, a quien considera “la personificación misma de la canción del siglo 20”; Bob Dylan, quien “le aportó a la música popular un enfoque literario de sofisticación pocas veces explorada” o Leonard Cohen, “uno de los grandes poetas de la música”. Y es que los tres diversificaron su papel en la música, para buscar siempre un cambio sustancial.
Cash partió del country a la transgresión de sonidos, le dio otra interpretación a las canciones tradicionales y entró a la posmodernidad con el productor Rick Rubin. Un ejemplo es “American IV: The man comes around”, disco con covers de Nine Inch Nails, Sting o Depeche Mode, donde rompió con los esquemas de los discos tributo, al alcanzar otros niveles de interpretación.
Dylan pasó del folk al rock, de lo acústico a lo eléctrico, e incluso ya en los 80 a paisajes sonoros como el ambient de la mano de Daniel Lanois. En los 90 consolidó su entrada a la modernidad con “Time out of mind”, un disco de gran trasfondo instrumental y atmosférico.
Cohen experimentó un cambio interno que lo plasmó en la música. Su transformación budista hizo eco en su producciones con toques minimalistas. El disco “The future” es un ejemplo de la combinación de estilos que van desde el country-pop a coros góspel y baladas de sintetizadores.
Otros artistas que siguen esa línea son The Smiths y Morrissey, quienes usaron “con maestría la instrumentalización tradicional del género como vehículo para decir cosas diferentes”, describe Rojo. De los Smiths a los discos solistas de Morrissey se da ese desarrollo musical, distinguido por la versatilidad propia, con ideas modernas y elegantes paisajes, sin salirse de los efectos de la música pop, canal en el que plasma su visión de vanguardia.
Ejemplos de aquellos genios que encararon nuevas formas de desarrollar sonidos. Hay más de estos notables experimentadores sonoros que han contribuido en el progreso de la música, de acuerdo a la investigación de Rojo. Hay artistas que siempre han buscado la evolución y que quizá unos se quedan en el camino, pero otros lo han hecho de manera digna hasta crear grandes obras. Hay que comentarlo que a veces hasta se les ha criticado por experimentar cambios significativos. Exponentes que se han abierto paso a los nuevos tiempos y eso se agradece, porque la mutación musical es una fuente de la vanguardia.
Del minimalismo a la filosofía del sonido
En el capítulo “Sonidos” destacan los artistas y productores que ensamblan sus ideas con la música. Por ejemplo el minimalismo de sonar bien con los menos acordes, instrumentos y variaciones de Philip Glass, que expandió sus postulados en diversas corrientes musicales; así le llegó a Brian Eno, que fue el enlace de la vanguardia con el rock, al plasmar su filosofía del sonido, como lo llama Rojo, tanto en la banda con la que apareció por primera vez en la escena, Roxy Music, como en colaboración con David Bowie, al crear obras geniales como “Low” y “Heroes”, y por supuesto en su carrera de solista y de productor; U2 o Coldplay están en su inventario.
Con Kraftwerk, los instrumentos electrónicos son “un medio de composición” y no se duda en nombrar su propuesta como la “música clásica del futuro”. Llama la atención la presencia de Madonna, que de la mano de William Orbit creó uno de los discos pop más evocadores y mejor producidos de todos los tiempos: “Ray of light”, lleno de “acuáticos paisajes futuristas”, señala el autor.
El capítulo “Canciones y sonidos” ofrece un paseo por los éxitos vanguardistas. Destacan Talking Heads y su innovación artística de sonidos extraídos del infinito; la atmósfera y profundidad lírica de Joy Divison a los creadores de gemas del dance como New Order, pasado y futuro de una misma raíz, que también se evocan en este volumen.
El rock alternativo tiene su estandarte de avant-garde: R.E.M. Música para gente pensante, en la que destacaba la gramática propia y la magnética personalidad en el escenario de su vocalista Michael Stipe, rescata Rojo.
Pet Shop Boys son artistas de vanguardia que crean un mundo propio lleno de creatividad con el pop electrónico como su medio de expresión, con una horda de referencias culturales. Pero si nos vamos a lo ecléctico, The Cure es un vivo ejemplo de “excéntricas excursiones experimentales”, que suman desde el gótico tortuoso al pop melancólico y por momentos alegre, difuminados en su amplia discografía.
Pero estos son solo algunos de los artistas que conforman este libro de Gabriel Rojo, quien es licenciado en Lengua Inglesa, profesor de inglés, músico y escritor. Es también el autor de “Iron Times: La historia completa de Iron Man”, un amplio estudio sobre los secretos detrás de la creación y los primeros 20 años de publicación del famoso personaje de Marvel Comics. También ha escrito varios cuentos, cuatro de los cuales fueron publicados en antologías de editorial Dunken.
De acuerdo a la semblanza sobre sus obras musicales, el disco de canciones “What i cherish the most” y el álbum “Instrumental for life” reflejan los dos lados de la música que ya ha explorado en “Canciones, sonidos y lo que sigue”.
Sus proyectos musicales se pueden apreciar en www.facebook.com/gabrielrojomusic y los literarios en www.facebook.com/irontimes
