Hubo una época en que los mexicanos leían mucho, tanto así, que el primer ejemplar de la historieta Kalimán vendió más de 100 mil ejemplares en un solo día.
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En Una historia muy monita. La historieta mexicana 1930-1970, el Museo de Historia Mexicana presenta una recopilación de ocho cómics emblemáticos para el país, en una exhibición que se inaugura este miércoles a las 19:00.
A decir de Agustín Sánchez García, historiador y curador de la muestra, relató como la historieta formó un papel crucial para el proceso de alfabetización y de formación política de los mexicanos.
Las historias de La familia Burrón e indudablemente la serie Los Súper Machos, y posteriormente Los Agachados, fueron generando una consciencia social en sus lectores.
"Muerta la historieta hubo un debacle de la cultura mexicana porque si antes la gente leía algo, era por lo menos la historieta. Y cuando muere la historieta es una tragedia nacional, porque la gente deja de leer", expone Agustín Sánchez García.
El académico acusó que a raíz de la masificación de la televisión, la gente se alejó de la convivencia y, por ende, de la lectura, lo que ha ocasionado el debacle no sólo de las historietas, sino de las revistas y los periódicos.
"La televisión acabó con todo, porque prácticamente llega masivamente a finales de los 60 y acabó con esto", reflexiona.
La exposición
Aunque son pocos los ejemplares originales que se conservan –"nadie tuvo la precaución de conservarlos como sí pasó con los periódicos", refiere Agustín Sánchez- la exposición ofrece bocetos, comics de la época así como proyecciones de películas y algunas estampillas.
El recorrido comienza con unas caricaturas publicadas en la revista *ris en 1826, para proseguir con las primeras historietas que aparecieron de manera independiente en las primeras décadas del Siglo XX.
Se exhibe la historia de Los Súper Sabios, de Germán Butze; El Santo, el enmascarado de plata; de José Cruz; a la icónica Familia Burrón, de Gabriel Vargas; así como la historia de Chanoc, obra de Ángel Mora.
Continúa el recorrido una muestra de cómics sobre Kalimán, obra de Modesto Vázquez González y Rafael Cutberto Navarro; del cómic de Rolando el rabioso, de Gaspar Bolaño; para cerrar con las historias de Memín Pingüín, de Yolanda Vargas y Sixto Valencia, junto a las obras de Eduardo del Río Rius.
"A partir de Los Súper Machos y de Los agachados, ambas de Rius, se genera todo un fenómeno literario que no ha vuelto a tener un caso similar", reconoció Agustín Sánchez.
La exposición Una historia muy monita. La historieta mexicana 1930-1970 se inaugura este miércoles 15 de marzo con una conferencia, la cual se realizará en el auditorio del MHM a las 19:00.