Cuando Patricia Martínez Pedreguera pensó en crear una pieza teatral para hablarle al público adolescente, se adentró en lo que describe como “diversos universos”. Entre ellos la cultura otaku, el K-pop, el anime y el manga, investigación que la llevaría a entender el significado de la palabra oppa y que le da nombre a su obra.
“Quería construir personajes que se sienten raros porque están descubriendo su sexualidad, y que no encajan porque sus gustos, las cosas con las que les gusta jugar, son considerados infantiles. La idea era que a una de las protagonistas le encantara todo este universo, e investigando palabras en coreano llegué a oppa, que significa ‘mejor amigo mayor’, pero también se refiere a los ligues o a los hombres a quienes les gusta alguien que es mayor, así que me llamó la atención la ambigüedad de la palabra”, dice la dramaturga y directora.

¿De qué trata la obra Oppa?
Sin embargo, la obra no solo trata de anime, manga o K-pop sino que es un viaje más oscuro y también una historia que transita por la luz y la risa. En la narrativa, que se construye en la obra de teatro, explora temáticas como la depresión, la ansiedad o el suicidio.
Oppa cuenta la historia de Paco y Lu, dos amigos que se han acompañado hasta que su mundo comienza a tambalearse y aparece ante ellos una sombra que, con juegos de silencios y vacíos, cambiará su vida para siempre.
“Estos dos amigos están viviendo la adolescencia, de la secundaria a la prepa, y todos los cambios propios de esa edad: desde los físicos y los emocionales hasta el cuestionamiento sobre su sexualidad o los miedos de ser aceptado. Entonces empieza a aparecer una sombra que les propone juegos de sombras y sonidos, que tienen que ver con cómo se va construyendo ese sentimiento de ansiedad. La idea era desarrollar esta historia y hablar de esos temas de manera que también un público adolescente pueda identificarse”, dice Martínez Pedreguera.

Teatro de sombras
Además de las actuaciones de Alfredo Veldáñez, Xóchitl Franco y Valeria Navarro, Oppa incluye el teatro de sombras que representa “al personaje que aumenta estos sentimientos, que empieza a rebasar a los demás; la ansiedad y los miedos que están focalizados en el personaje que se llama Sombra”.
¿Los jóvenes tienen interés en el teatro?
Es cierto que el teatro no es un plan que a un adolescente común de Ciudad de México, de nuestro país, que piense en ir al teatro el fin de semana, pero creo que se trata de ir construyendo espacios para seguir generando nuevas audiencias al construir proyectos de calidad, que se atrevan a asomarse a la complejidad de los temas y apostarle a que los adolescentes pueden entrarle a temas complejos y a las discusiones.
Para la dramaturga hay ideas erróneas que rodean al público adolescente, como que “no se le puede hablar de forma directa, así que se les termina dejando de lado y eso es un poco adultocentrista, pues se piensa que los jóvenes no pueden entender temas densos y complejos como la muerte o la depresión. Creo que hay que generar espacios para dialogar sin tabús y de manera horizontal, frontal, estos temas con este público sin infantilizarlos”.

¿Para quién está dirigida?
La obra también está dirigida a adultos “porque hay temas que tampoco sabemos y no tenemos herramientas ni información de todas la temáticas, pero lo importante es dialogar y mostrar el problema en toda su complejidad para juntos pensar en cómo afrontarlo. Eso intenta la obra, porque no tiene un final moralizante, no construye una moraleja y no intenta dar una respuesta porque lo que construye son preguntas: cómo vivimos, cómo nos relacionamos con nuestras tristezas, miedos, depresión o nuestras ansiedades. Creo que eso es bien importante”
Oppa, ganadora del Premio Bellas Artes de Obra de Teatro para Niñas, Niños y Jóvenes Perla Szuchmacher 2021, ofrecerá una función el 21 de septiembre, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
hc