Fue el 3 de septiembre de 1874 cuando al nombre de Naucalpan se le agregó el apellido de Benito Juárez, en honor a este presidente de México, para quedar como Villa de Juárez. Dos años después de la muerte del presidente Benito Juárez, el 3 de septiembre de 1874 se publicó por decreto, que el pueblo de San Bartolo Naucalpan era elevado de rango, bajo el nombre de Villa de Juárez.
Aunque el gobierno del Estado ya había ordenado desde en octubre de 1872 colocar un retrato del “Benemérito Benito Juárez” en un lugar preferente de los salones del Congreso y del gobierno, así como en todas las oficinas públicas del estado y en las salas de cabildos de todos los ayuntamientos, relata la historiadora Rebeca Jiménez, por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La excronista de Naucalpan señala en su libro Naucalpan ante el Bicentenario que de acuerdo a la Ley de 1871, y con base en el número de pobladores, el Ayuntamiento de Naucalpan estuvo compuesto por un presidente, un vicepresidente, cuatro regidores y un síndico procurador.
En 1957 se convirtió en Ciudad de Naucalpan de Juárez, sin embargo, fue hasta 1976 cuando la Legislatura estatal decretó que la municipalidad se denominaría Naucalpan de Juárez, tras adecuar los límites territoriales de la demarcación.
Presidentes municipales
En vista de que las elecciones se llevaban a cabo anualmente era muy común que una misma persona ocupara el cargo de presidente municipal en varias ocasiones y otros puestos del Cabildo. Uno de ellos fue el ya mencionado Román Sánchez, quien en varias ocasiones fue presidente del Ayuntamiento, entre los años de 1857 y 1889.
También fueron presidentes municipales Felipe Rodríguez, Eduardo Ordoñez, quienes fueron mencionados en la lista de personas más honradas del municipio en 1867; ambos ocuparon varias veces los cargos de presidente, regidor y síndico. Otro personaje relevante fue Atilano Montoya, vecino de San Lorenzo Totolinga, y quien fue presidente en 1892.
Estos grupos de poder que compartieron los cargos de elección popular dentro de los ayuntamientos se presentaron en la mayoría de los gobiernos locales, por lo que el caso de Naucalpan no era la excepción. Esto también sucedió en el gobierno estatal. El más representativo fue José Vicente Villada quien ocupó la gubernatura durante cuatro periodos consecutivos, de marzo de 1889 a mayo de 1904, reseña la historiadora.
Vocación local
Naucalpan siempre fue un municipio con vocación económica, desde las haciendas harineras, a mediados del siglo XVIII, que llevaban la harina a la Ciudad de México y prácticamente la ciudad dependía de la harina que se producía aquí y se transportaba a través de las vías férreas, señaló Homero Hernández Álvarez, Jefe del Departamento de Archivo y Documentación Municipal, del gobierno local.
Posteriormente viene la industrialización con las primeras fábricas y se vuelve punta de lanza y comienza a haber un desarrollo económico importante a finales del siglo XIX, y se trabaja de esa forma hasta mediados del siglo XX. “En 1950 se tiene un gran crecimiento demográfico”, dijo.
Afirmó que el territorio tuvo mayor comercio y en la misma década de los 50 surgió Ciudad Satélite y para las décadas de los 80 y 90 comenzaron a construirse diferentes plazas comerciales, mismas que hoy son un polo de desarrollo importante.
KVS