Cultura

“José Pérez León” de Darío Ortiz

Los maestros José Cantoral y Darío Ortiz revelan la historia detrás de “José Pérez León”, una obra que nació del dolor, tomó forma en la música y terminó convertida en un retrato desgarrador de la migración. La canción, llevada al público por Los Tig

Los maestros José Cantoral y Darío Ortiz revelan la historia detrás de “José Pérez León”, una obra que nació del dolor, tomó forma en la música y terminó convertida en un retrato desgarrador de la migración. La canción, llevada al público por Los Tigres del Norte y nominada al Grammy, recibió un nuevo homenaje visual gracias a Ortiz, cuya interpretación en carboncillo fue reconocida por su fuerza simbólica y su profundidad emocional.

La historia surge de una necesidad íntima. Cantoral, cansado de ver la tragedia migrante reducida a cifras frías y titulares repetidos, decidió devolverle nombre, vida y dignidad a una de esas historias. Así nació José Pérez León, un joven de 19 años que, en la ficción basada en hechos recurrentes, muere asfixiado junto con otros migrantes dentro de un tráiler sin oxígeno. Un muchacho que se despide llorando de su esposa sin saber que jamás regresará. Un nombre que representa a miles.

“José Pérez León” de Darío Ortiz
“José Pérez León” de Darío Ortiz

A esa emoción se suma el trazo de Darío Ortiz. Migrante él mismo, colombiano que ha vivido entre Italia, Estados Unidos, España y México, encontró en la canción un eco profundo de su propia historia: la soledad de partir, el desarraigo, la incertidumbre de empezar de cero. Esa sensación la volcó en un dibujo oscuro, tenso, donde el carboncillo se vuelve sombra, encierro y angustia. Su pieza busca capturar ese instante límite en el vagón: el momento en que se agota el aire y también la esperanza.

“Pensé en lo que pasa por la mente de alguien que va jugándose la vida”, cuenta Ortiz. Para él, la canción no solo es narrativa: es un espejo emocional del migrante que deja familia, tierra y memoria atrás.

Cantoral lo confirma: “Estamos acostumbrados a escuchar números. Yo quería contar una vida”. Y ahí está la fuerza de la canción: en humanizar lo que el mundo ha deshumanizado. En recordarnos que cada cruz en la frontera tiene un nombre, una historia, una familia rota.

El diálogo entre música y dibujo convierte esta pieza en un recordatorio poderoso: detrás de cada persona que migra hay sentimientos, sueños y derechos. No es una masa, no es una estadística. Es alguien que se despidió con un beso y un nudo en la garganta. Alguien que apostó por un futuro y encontró un destino brutal.

Para Cantoral, escribir “José Pérez León” fue un acto de memoria y de justicia emocional. Para Ortiz, dibujarlo fue una forma de reconocerse en el dolor ajeno. Para ambos, esta obra demuestra que el arte también nace del duelo, de lo que duele mirar, de lo que no debería repetirse.

Y así, canción y dibujo se unen para contar una verdad que no puede olvidarse: lo que hiere también inspira, y lo que se recuerda tiene el poder de cambiar la forma en que miramos a los demás.

Escucha esta entrevista completa en “El Arte de la Canción: Segunda Temporada” Celebrando los 80 años de la Sociedad de Autores y Compositores de México en Milenio Televisión.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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