Mary Ellen Mark, la extraordinaria fotógrafa de temas sociales y personajes públicos, falleció el 25 de mayo pasado, lo cual lamentó mucho la comunidad internacional de fotógrafos. Para ella, la cuestión era “fotografiar el mundo tal como es porque no existe nada más interesante que la realidad” y, agreguemos, hacerlo en blanco y negro. Sus modelos fueron los marginados: enanos, adictos, mendigos, gitanos, mujeres pobres, las clases más desfavorecidas, y en general todo tipo de situaciones de la vida en sociedad. Realizó reportajes notables, como el de la hambruna en Etiopía, con el que obtuvo el World Press Photo de 1986, y el de un campamento gitano de Barcelona. Hizo innumerables retratos de personajes famosos para The New Yorker, Vanity Fair, Rolling Stone, Time, Life y The New York Times. Son excepcionales también sus retratos de Marlon Brando, Melanie Griffith (de 15 años con su novio Don Johnson), Jack Nicholson, Francis Ford Coppola, Katharine Hepburn, Tim Burton, Federico Fellini, Gregory Peck y, más recientemente, Johnny Depp, Brad Pitt y Cate Blanchett.
Mirada analógica
Mary Ellen Mark fue muy querida en México, país al que amaba, en especial Oaxaca, y donde hizo fotoperiodismo de primer nivel. En 2012, el fotógrafo mexicano Alfredo De Stéfano la entrevistó en Saltillo. En esa entrevista Mark detalló cómo realizó dos proyectos muy significativos para ella: el del Niño Fidencio en el desierto de Monterrey, en 2001, y un baile de graduación de estudiantes mexicanos, en 2011, de gran formato (20 x 24 cm), que muy pocos laboratorios imprimen hoy en día. Quien quiera escuchar la entrevista puede hacerlo en https://www.youtube.com/watch?v=SbIpBoKow2s. En esta charla De Stéfano, promotor del Concurso de Fotografía, abordó los temas de Oaxaca, el norte de México y el certamen anual de foto. De hecho, publicó un libro antológico con las mejores imágenes de sus alumnos tomadas durante los últimos quince años. El 25 de octubre próximo tenía programado, pese a estar enferma de cáncer, un curso para celebrar los quince años de su taller en Oaxaca. Ella consideraba que sus discípulos debían terminar los talleres con trabajo fotográfico propio. Tuvo estudiantes que, para lograrlo, repitieron hasta tres veces el curso. Sobre el avance de la tecnología, Mark fue muy clara: “No quiero cambiarme al lenguaje digital. No va conmigo ni con mi trabajo. Siempre recomiendo a mis alumnos que no vendan sus cámaras analógicas. Cuando ya no las fabrique nadie valdrán una fortuna”.
Intimidad en la fotografía
La intimidad es esencial en su obra. Supo cuándo y cuánto acercarse sin invadir al sujeto fotográfico pero también a la inversa. Sabía establecer relaciones de empatía con sus modelos y por ello obtenía imágenes como la que aparece aquí. Publicó 18 libros, entre ellos American Odyssey (1999), Photo Poche (2002), Twins (2003) , Exposure (2006), Extraordinary Child (2007) y Seen Behind the Scene y Man and Beast (2014). Aunque suene poco creíble, la gran fotoperiodista incursionó también en la publicidad en las grandes empresas. Su libro Twins inspiró a Martin Bell a filmar un DVD para el Festival Twins Days, donde son entrevistados 22 pares de gemelos, además de unos triates. De hecho, el DVD incluye extractos del libro de Mark. La artista comenzó a tomar fotos a los nueve años con una cámara Box Brownie. En 1962 se graduó en pintura e historia del arte y en 1964 obtuvo una maestría en Fotoperiodismo. Sus imágenes, se ha dicho en estos días, reflejan un alto grado de humanismo. Es cierto, pero también reflejan su ojo casi pictórico y su sólida formación. En 2014 recibió el premio Lifetime Achievement in Photography Award otorgado por la casa George Eastman. Además, la World Photography Organisation la premió con el Outstanding Contribution Photography Award, que coronó una larga y fructífera carrera llena de reconocimientos como las becas de la Fundación Hasselblad y la Fundación Guggenheim.