Capturar la atmósfera, la espontaneidad y las sensaciones que se producen al andar en los espacios públicos, son elementos esenciales en la fotografía de calle o street photography. Este género ha existido “toda la vida, quizá en los inicios no se conocía con este nombre”, pero, a decir de Sandra Hernández, fundadora de Observadores Urbanos, el actual acercamiento viene “con la facilidad, aunque sea en el teléfono celular, de tener una cámara con nosotros”.
A pesar de ello, en México no hay referencias dedicadas a este género: “No encontramos nada, no hay anuarios dedicados solo a imágenes urbanas de México”. Eso inspiró a Observadores Urbanos, plataforma para difundir y promover la street photography, a dar vida al primer Anuario de Fotografía de Calle Mexicana 2021.
El proyecto “nació con una convocatoria que se lanzó el año pasado, en el segundo aniversario de Observadores Urbanos. Vi la necesidad de crear una publicación y a la convocatoria acudieron casi 400 fotógrafos, recibimos más de mil fotografías y contamos con un jurado: tres personalidades en la imagen de calle: Éléonore Simon, Ramón Cruz y Ricardo García Mainou”, comenta Sandra Hernández en entrevista.
Para conformar el Anuario se seleccionaron 77 fotografías. Actualmente, el proyecto respaldado por Fujifilm, solo se encuentra en versión digital (https://observadoresurbanos.com/anuario-2021/), sin embargo, existe la intención de crear una versión impresa y contar con un sitio para ser expuestas.
Será “el primer libro que tiene esta compilación de miradas de fotógrafos, ya sea de mexicanos que viven en México, mexicanos que viven fuera del país, y extranjeros que residen aquí, que nos muestran cómo miran la vida cotidiana y qué es lo que encuentran en las calles de las ciudades que habitan”.
La importancia de lo cotidiano
El registro de las transformaciones de los espacios es el respaldo histórico para la memoria colectiva; este género fotográfico rinde homenaje a la vida cotidiana y las sorpresas que hay en la calle, detalles que por la rutina diaria se pierden de vista colores, composición o actividades que se realizan.
Bien lo expresa el fotógrafo neoyorquino Bruce Gilden: “Si se puede oler la calle al mirar una foto, es fotografía callejera”. Y eso se buscaba, puntualiza Sandra Hernández, “imágenes capturadas espontáneamente en situaciones públicas, que las fotos no estuvieran sobreproducidas o muy editadas. Hablando de los encuadres, estos no están dirigidos por el fotógrafo, sino que el fotógrafo solo se mueve como un simple espectador que va capturando la vida cotidiana tal y como es”.
En los fotógrafos participantes, agrega, “nos hallamos con una diversidad de miradas y de aproximaciones a la calle: encontramos foto a color, en blanco y negro, retratos, encuadres muy abiertos… cuando practicas el género, es una manera de detenerte para observar y encontrar el significado de la vida cotidiana. Estoy convencida de que lo cotidiano nos define con más precisión lo ordinario, y es importante capturar esos momentos para completar el registro de nuestra humanidad”.
Un género que nos confronta
Aunque no hay fecha puntual para la publicación, la dirección de este anuario conformado por 180 páginas está a cargo de Sandra Hernández, fundadora de Observadores Urbanos y X-Photographer de Fujifilm, quien resalta en el prólogo cómo la fotografía de calle nos interpela y nos confronta. En cuanto al panorama actual de la fotografía de calle, “es un panorama de consolidación porque hay cada vez más gente que la practica, cada vez más personas se acercan. Está creciendo la imagen de calle”, dice.
bgpa