En la penumbra del sótano, Abla gatea subiendo y bajando entre escombros. Comandante Hakim tiene encendido su motor, no lo vemos.
Abla: ¿Usted sí logra ver algo, Comandante Hakim? Yo no. Desde la explosión no encuentro a Basima y eso que nunca se separa de mí. ¿Será que ya no me quiere? Está muy pero muy oscuro. ¿Comandante Hakim? Hábleme que esto me da susto. Basima siempre me aprieta muy fuerte cuando vienen del cielo… Ella nunca me suelta… ¿Sí me entiende? Comandante Hakim, yo lo escucho a usted… ¿Se quedó sordito con el estruendo? Eso dicen los papás y los tíos de Basima que pasa con los estallidos. Que se rompen los tímpanos pero yo creo que nosotros no tenemos tímpanos… También que se estallan las vísceras por dentro y los huesos… Tampoco creo que me haya pasado… Mire, yo me puedo levantar…
Hakim: Sesenta y cuatro, cuatrocientos, ocho y dieciséis…
Abla: ¿Sí se da cuenta que cuando no contesta se vuelve odioso?
Hakim: Negativa la localización de mi amo Yassir nueve años.
Abla: ¿Por qué siempre le dice Yassir nueve años? Sólo se llama Yassir…
Hakim sale de la penumbra rugiendo, es un cochecito militar de control remoto con un oficial adosado a la estructura.
Hakim: Señorita Abala de Basima, porque el general Yassir nueve años tiene ese rango militar: nueve años… Es el jefe supremo.
Abla: ¿Y por qué me dices Abala de Basima?
Hakim: Señorita Abala de Basima es una sola con su ama… (Duda.) O generala… Su superiora… (Se espanta cuando ve el aspecto de la muñeca.) ¡Señorita Abala de Basima, sus ojos! Con razón no ve…
Abla: ¿Qué pasa con mis ojos?
Hakim encuentra un ojo y se lo pone.
Hakim: No se preocupe, ahora encontramos el otro en este campo de batalla.
Abala: ¿Me ayuda mejor a buscar a Basima? Nunca debo separarme de ella.
Hakim: Afirmativo, por allá vi uno de sus brazos…
Los juguetes se ponen en marcha. Oscuro lento.
*Texto aparecido en el libro Gaza, campo de exterminio, Ediciones Invasoras, España, 2025.
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