La muerte, a veces injusta y prematura, se ensañó en 2022 con uno de los prosistas más finos e inteligentes del idioma. Suma de las partes (Almadía, 2025) de Álvaro Uribe es un libro misceláneo que, con un preámbulo de Tedi López Mills, reúne poco más de una decena de ensayos y recupera una voz literaria que, desde su temprana partida, generaba nostalgia.
Los ensayos abordan, con sapiencia y prodigalidad de recursos, los tópicos más heterogéneos: perfiles de escritores célebres (John Williams, José Emilio Pacheco) u olvidados (Armando Rojas, Víctor Herrera); autorretratos artísticos; oscuras premoniciones literarias o sensatas reflexiones de coyuntura.
El libro comienza con una semblanza del escritor de culto norteamericano John Williams y su novela cumbre Stoner, la cual pasó de yacer completamente empolvada a convertirse en un modesto clásico contemporáneo. Con humor ácido y ágiles trazos narrativos, Uribe escribe una mini-novela de formación de este personaje trágico y excéntrico (autor poco reconocido y recompensado en su tiempo, académico gris, mujeriego, borrachales) que fue Williams, a la vez que aventura una mirada a la tortuosa gestación de la escritura creativa, a los hábitos de postergación y autodestrucción de algunos autores y a los caprichosos designios de la posteridad
Otro ensayo, “Pacheco”, hace un repaso puntual de la obra del gran polígrafo mexicano, resume sus aportaciones en los diversos géneros, destaca su prodigiosa precocidad creativa y, con amistosa ironía, ensaya un retrato de la persona.
El libro también incluye una glosa sobre una utopía futurista para rescatar a la Ciudad de México, debida a la imaginación del arquitecto JLB, en la que las actividades productivas se realizarían en un primer piso y las viviendas ovoides, donde los habitantes se alimentarían con comida sintética, se ubicarían en un segundo piso. Al comentar sus premiados libros Expediente del atentado y Autorretrato de familia con perro, Uribe también reflexiona sobre su propia creación y su método de trabajo, así como sobre la vocación cuentística en un breve y nutritivo decálogo. Una de las joyas del libro es una divertida e inquietante ficción en la que, una vez ya asentado el triunfo definitivo, en 2056, de una literatura edificante, popular y anónima, se encuentra el raro ejemplar de una revista literaria, Cuaderno Salmón, paradigmática de la creación denominada libre en el viejo régimen, y se procede a destruirla.
La extracción de los ensayos es variopinta: prólogos, presentaciones, discursos de agradecimiento de algún premio y otros encargos. Sin importar su origen, estos textos exhiben hondura y ligereza a la vez y dignifican la prosa de circunstancia literaria, habitualmente tan llena de pompa y lugares comunes. Conforta la aparición de este volumen pues, en la extrañada literatura de Uribe, hay reflexión indisoluble de la invención, versatilidad intelectual, humor sabiamente suministrado y una suerte de estado de gracia de la prosa.
AQ / MCB