Si usted amable lector está buscando algún paraje natural increíble, Horseshoe Bend es ese.
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El nombre está inspirado, por supuesto, por esa curva del Río Colorado en forma de herradura, situado a cuatro millas de la ciudad de Page, Az., dentro del área nacional del Glen Canyon National Park.
Este lugar se ha convertido, en muy corto tiempo, en un lugar obligado si se pasea por la zona del Gran Cañón en Arizona.
De hecho, el Gran Cañón está rodeado de muchos otros cañones y quiebres en el Río Colorado, pero ninguno tan atractivo como éste. Horseshoe Bend se encuentra a unos 8 kilómetros, aguas abajo, de la presa Glen Canyon dentro del área recreativa, prácticamente en el inicio, del Glen Canyon National Park, y apenas a unos 6 kilómetros de la ciudad de Page en Arizona.
Es accesible llegar a su borde y contemplarlo es toda su grandiosidad. La caminata tiene un desnivel de 600 metros en unos dos kilómetros, casi todos de bajada, que luego, al regreso, a la mayoría se les hará eterno.
La vista espectacular se realiza a unos 1,300 metros sobre el nivel del mar, y el Río Colorado en ese punto se encuentra a unos 980 metros. Por lo que hay una caída de 300 metros.
Las paredes monumentales al borde del Río Colorado contienen una variedad importante de minerales, entre los que se encuentran hematita, platino y granate.
Realmente un atardecer como este que me dio, es inolvidable y digno de volverse a visitar, aunque la caminata para llegar fue larga y cansada. Un lugar de ensueño de todo el aficionado a la fotografía. Si pueden ir, no se lo pierdan.
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