Matías Alanís Álvarez, quien padece encefalopatía atetoide (parálisis cerebral), así como de una elevada miopía, se convirtió en el primer estudiante de la UNAM con discapacidad en titularse en la modalidad de educación a distancia en la licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública, además de hacerlo con mención honorífica.
Matías presentó su examen de admisión e ingresó a la UNAM, y en tiempo récord acreditó todas las materias de su carrera desde su computadora, trabajando desde su hogar, en Guadalajara.
El sistema educativo a distancia fue creado por la UNAM hace más de 10 años, con el objetivo de que desaparecieran los impedimentos físicos, sociales y geográficos para quienes desearan estudiar, para formar una vida y un futuro.
Con ello, Alanís Álvarez, quien su condición le dificulta el habla, la visión y el movimiento, entró a un programa de inclusión académica iniciado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y dirigido hacia alumnos con discapacidad, por lo que se compraron dos softwares que se instalaron en su computadora y en su silla de ruedas: el Jaws, que convierte la imagen a texto, y el Open book, que lee los escritos y que permite que él escuche su contenido.
De esa manera, y al estudiar todos los días con la ayuda de su mamá, Patricia Alanís Álvarez, escribió la tesis Los mecanismos de preservación del sistema político mexicano, con la cual Matías presentó la defensa oral de su examen y se le fue otorgada la mención honorífica.
Su tesis plantea que en el marco jurídico mexicano se deben incluir más normas que garanticen la libertad de expresión absoluta. Ahora, a punto de cumplir 27 años, ya tiene nuevas metas: realizar una maestría y ser algún día profesor a distancia de su carrera en su facultad.
La tecnología, su apoyo
El joven politólogo explicó que se inclinó por esta carrera, ya que desde pequeño le llamaron la atención los asuntos de la vida pública.
Al inicio las cosas no fueron sencillas, pues su madre tenía que leerle todos los textos; sin embargo, el software que traducía las imágenes en palabras, se adaptó a la perfección para que estudiara de manera independiente.
Por otro lado, el sistema de dictado de voz le permitió hacer los ensayos y resolver los cuestionarios que le mandaban, por lo que su madre solo lo apoyó en dar forma a sus trabajos para entregarlos.
El joven recordó que las materias que más trabajo le costaron fueron filosofía y matemáticas, “porque implican conceptos abstractos y estoy acostumbrado a los conceptos concretos”, dijo.
En tanto, su madre, apoyo y asistente personal —como ella misma se define —, comentó que ella fomentó en él la determinación, autoconfianza y seguridad.
“Yo me quedé en el camino, pues no terminé la carrera, pero él siempre tuvo una gran determinación para terminar la tesis y graduarse”, señaló.
En un principio, ella fue la encargada de ofrecer la formación básica a Matías, quien desde entonces dio muestras de su inteligencia y astucia.
“En las familias siempre hay una red de apoyo que estimula a los más jóvenes, y éstos van siguiendo el ejemplo de los más grandes. No importa si fuera Ciencias Políticas o Ingeniería, él iba a estudiar, y de eso no me queda la menor duda”, relató la madre.
Asimismo, agregó que siempre ha sido difícil el tema de la inclusión, por lo que toda la familia lo ha apoyado para acceder a la educación. Sin embargo, llegó un momento en que se vio rebasada, pues el menor ya sabía más que ella.
“Lo inscribimos en la modalidad de educación a distancia sin saber de qué se trataba, pero él pronto se dio cuenta de que ése era su camino: la accesibilidad que le brindaba el sistema y la tecnología eran óptimos para sus circunstancias.
“Les agradecemos mucho al sistema abierto de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, a la UNAM y a todos los que apoyaron para que él pudiera instruirse”, expuso Patricia.
En la ceremonia por el 45 aniversario del Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia, Matías comentó que el rector de la universidad, Enrique Graue, lo felicitó por su nivel académico, además de que siempre será bien recibido en la UNAM, ya que “me dijo que esta era mi casa”.