Abrir una galería de arte no figura entre los negocios más comunes, por el contrario es conocida la dificultad para mantenerse en un giro con tal sutileza. Sin embargo las cafeterías resultan un sector más viable, de ahí que la fundación editorial tapatía Black Coffee Gallery ha destacado al unir el arte con la práctica de beber café como actividad social. A ocho años de surgida, hoy cuenta con una treintena de artistas que ha promocionado a través de sus sucursales, productos y acciones.
Tres de ellos son los tapatíos Sergio Garval, Ismael Vargas y Carlos Vargas Pons, además de Yuri Zataraín afincado en Guadalajara, el resto y casi en su mayoría son de origen oaxaqueño.
El proyecto consiste en decorar con imágenes de gran formato una sucursal entera con reproducciones de la obra de un autor y en cada cafetería, la insignia la pone una escultura en forma de pila de tazas que son decoradas a mano por cada pintor. Además la fundación ha editado un catálogo anual y a la fecha se han acumulado ocho que son presentados durante una subasta para beneficencia.
Los libros se venden en los puntos de venta pero Patricia Montelongo, directora de Mercadotecnia de la firma, asegura que este próximo año entrarán en librerías del país. Además dice que “se han aperturado distintas sucursales tanto en Guadalajara como fuera como en Colima, Puebla, Oaxaca, Aguascalientes y San Luis Potosí. Cada sucursal es dedicada a un artista, también hay una sucursal en Chicago, Illinois, en Estados Unidos, que se abrió en 2012 que está dedicada al proyecto Al Alimón”.
Al igual que en varias cafeterías en México Al Alimón integra obras de varios artistas en una sola sede que realizan la creación conceptual en conjunto. La sucursal más reciente se abrió en noviembre en Plaza Andares con el arte del oaxaqueño Maximino Javier y el catálogo alusivo se presentó dentro del programa de la Feria Internacional del Libro.
Del júbilo a la pasión incluye 135 obras en diversas técnicas y contiene textos de la crítica en arte Avelina Lésper, de Eugenio Partida y Neil Graham Pyatt. El oaxaqueño, en entrevista para MILENIO, se describió como un pintor “muy eufórico, pienso que transmito un poco de eso a mi trabajo, a mis personajes: las parejas, el colorido y la textura”.
Y es que siendo daltónico llama la atención las vivas tonalidades que integran su obra que se distingue por el volumen que impone en cada cuadro los cuales invitan a asomarse a paisajes selváticos y tropicales que aparentan la sensación de estar vivos.
El fundador del taller Rufino Tamayo en 1974 dice que fue campesino y que hoy trabaja apasionadamente viendo las texturas de Oaxaca. “Afortunadamente mi obra se encuentra en varias colecciones del mundo. A mí lo que me gusta es pintar, y ver el cielo azul de Oaxaca”.
Artistas BCG
Fernando Andreacci, Oaxaca
Amador Montes, Oaxaca
Yuri Zataráin , Sinaloa
Sergio Garval, Guadalajara
Maximino Javier, Oaxaca
Ismael Vargas, Guadalajara
Román Andrade, Oaxaca
Abelardo López, Oaxaca
Alejandra Villegas, Oaxaca
Alejandro Santiago, Oaxaca
Eddie Martínez, Oaxaca
Emiliano López, Oaxaca
Folé, Distrito Federal
Gabriel Castellanos, Oaxaca
Gabriel Coto, Argentina
Guillermo R. Brena, Oaxaca
Carlos Vargas Pons, Guadalajara
Ivonne Kennedy, Oaxaca
Leovigildo Martínez, Oaxaca
Rolando Rojas, Oaxaca
Saúl Castro, Oaxaca
Tomás Pineda Matus, Oaxaca
Vladimir Cora, Nayarit