El escritor Guillermo Arriaga (México, 1958) presenta El hombre (Alfaguara), una novela narrada con diferentes voces en el violento siglo XIX, donde conviven asesinos, indios y mexicanos en la historia del imperio sangriento de Henry Lloyd. Al mismo tiempo, la obra da un vistazo a la actualidad.
En entrevista con MILENIO, el autor habla sobre el proceso de su nuevo libro, el cual se agotó en preventa, y asegura que trabaja para que sus novelas sean sensoriales y profundamente literarias.
¿Cómo nació la idea de la novela?
Casi todas las historias que escribo tienen muchos años macerándose. El hombre tiene más de 25 y primero la había pensado como una película, pero me di cuenta de que no funcionaba para eso y sentía que estaba empujando más hacia una novela. Si algo tiene que hacer un creador es arriesgar, apostar y, bueno, tratando de seguir la costumbre que tengo de apostar, pues aposté.
¿De qué querías hablar?
Me interesa ver cómo se forjan las fortunas y el capitalismo. Hace varios años, cuando alguien me dijo: “Es que yo vengo de una buena familia”, yo pensaba: “Es una fortuna de un tipo que saqueó y robó y demás”. Me obsesiona mucho ver de dónde vienen las fortunas y cómo ha funcionado el capitalismo. Me sorprende también cómo Estados Unidos, en menos de 80 años de ser Estado, se convirtió en una potencia brutal. ¿Qué pasó para que se convirtiera en ese país? Y quise estudiar un poco el origen de las fortunas y también cómo un hombre va transcurriendo a lo largo de la vida y cómo adquiere tanto poder.
¿Qué te atrajo del siglo XIX?
Pienso que el XIX fue un mundo salvaje en general; la gente estaba tratando de sobrevivir como podía. Hubo masacres terribles de seres humanos y de animales; se extinguieron varios de estos por la codicia y la irresponsabilidad de los colonizadores; se extinguieron tribus nativas. Ese siglo y la colonización de América fueron bastante brutales y me interesaban mucho.
Rescatas temas que se conocen poco, como el de los negros en Coahuila o la guerra de los apaches.
Es una forma de ver cómo se construyó el siglo XIX; hay temas que no se habían tocado y que a mí me han interesado por razones personales. Conozco bien el estado de Coahuila donde voy a cazar, desde chico he escuchado las historias de los apaches y hay un pueblo que se llama Nacimiento de los Negros, que fue un grupo de esclavos que huyó de Estados Unidos al saber que en México se había abolido la esclavitud. Este mundo me ha fascinado y por fin tuve la oportunidad de escribirlo y sacarlo de mi sistema.

¿Querías analizar los mecanismos del poder?
Cuando estudié la maestría en historia, me interesó ver ese tema. Tomé varias materias sobre el poder y sé cómo se construye. Además, comenzaron a aparecer el mundo de los negros, el de los apaches, la frontera y cómo pervive lo mexicano en el lado texano. Poco a poco fue confluyendo hasta escribir esta novela. Yo nunca escribo sabiendo bien qué es lo que va a pasar; yo tengo en mi cabeza una serie de materiales que no sé realmente cómo van a terminar ordenados o quiénes van a ser los personajes, voy descubriendo la novela conforme la voy escribiendo.
¿Y la guerra de los apaches?
Creo que nunca se ha hablado de la guerra de México y Estados Unidos a ras de suelo. Conozco muy pocas novelas que hablan de la pelea del territorio, con excepción de Álvaro Enrigue con Ahora me rindo y eso es todo. Pero poco se ha tratado la relación entre mexicanos y apaches y fueron unas matanzas brutales entre unos y otros- Yo vengo escuchando historias de los apaches en Coahuila desde que fui la primera vez, entonces la vida me llenó el tanque con estas historias y me da mucho gusto poder hablar de ellas.
En El hombre se narra la historia del poderoso empresario Henry Lloyd, también la de Jack Barley, quien a los 11 años se abre paso en la vida asesinando. También la de dos esclavos y la de Rodrigo, un joven mexicano que vive en un rancho en Texas y que se enfrenta a los apaches en un escenario violento y brutal. Un rompecabezas que el lector tendrá que descifrar.
El libro está narrado por distintas voces. ¿Escribiste cada historia por separado?
No, de la forma en que está leída, así es como está escrita. No se puede hacer el cortar y pegar porque tienes que intuir en qué momento te vas a la otra historia. Tienes que ir sintiendo las historias y si no sientes las historias, no puedes escribir una novela así como hice esta con seis voces.
DATO
Presentación de El hombre de Guillermo Arriaga. Auditorio Jaime Torres Bodet. Museo Nacional de Antropología
27 de mayo, 19:00 hrs.
¿Hay manera de definir tu novela?
Tiene que ver con la esclavitud, se recorren varios estados de Estados Unidos, aparecen fábricas de whisky, plantaciones de algodón. Es un estudio, de alguna manera a ras del suelo, de cómo el capitalismo creció. Porque luego, hacia el final de la novela, aparecen los migrantes. Entonces también vienen migrantes, esclavos, guerras, apaches. Y siempre me ha obsesionado cómo se ramifican las familias, las normales y las poderosas. Hay una reflexión también sobre lo interracial y habla de los tres pecados fundacionales de Estados Unidos, que son la esclavitud, el genocidio de los nativos americanos y el despojo del territorio mexicano. Es una novela que va y viene por muchos canales.
¿Cómo son tus novelas?
Son profundamente literarias. Yo quiero que en mis novelas sientas el calor, los olores, los sonidos. Quiero que todos los sentidos estén en juego, siempre quiero que sean muy sensoriales.
¿Qué significa El hombre en tu carrera?
Lo que te puedo decir es que el libro se agotó en la preventa, fue impresionante, lo cual causó muchos problemas en su distribución. Por fortuna causó mucha expectativa y la verdad me emociona que un libro tan literario como El hombre haya sido un éxito de ventas desde antes de que saliera. La gente a mi alrededor sabe el rigor y la pasión que le pongo a cada palabra que escribo. Cada palabra está pensada y espero cumplir con las expectativas de los lectores.