El papa Francisco arremetió contra la “coprofilia” (excitación por el excremento) en la labor informativa, al hacer una metáfora sobre los medios de comunicación que se dedican a divulgar escándalo y calumniar personas, en una entrevista publicada ayer por la revista católica belga Tertio.
“No hay que caer —sin ofender, por favor— en la enfermedad de la coprofilia, que es buscar siempre comunicar el escándalo, comunicar las cosas feas, aunque sean verdad”, comentó el pontífice argentino durante una charla concedida en español, subrayando que incluso si la información es verdadera está mal manipularla para calumniar.
Además, agregó Francisco, “como la gente tiene la tendencia a la coprofagia (comer heces), se puede hacer mucho daño” con ese tipo de noticias.
El papa argentino, que suele conceder entrevistas a medios católicos durante los cuales conversa libremente de numerosos temas, reconoció que considera clave el papel de los medios de comunicación en el mundo moderno como instrumento para educar y formar, aunque advirtió que pueden caer varias tentaciones.
“La desinformación es probablemente el daño más grande que puede hacer un comunicador, porque orienta la opinión en una dirección quitando la otra parte de la verdad. Los medios, yo creo, tienen que ser muy limpios, muy limpios y muy transparentes”, subrayó.
En su análisis, el papa reconoció el poder que tienen los medios de comunicación porque “son constructores de una sociedad” y por su “capacidad de formar opinión, una buena o una mala”, recalcó.
Como si fuera una lección, el pontífice argentino describió algunos de los peores errores éticos en que pueden caer los medios. “Pueden ser tentados de calumnia y entonces usados para calumniar y ensuciar a la gente, sobre todo en el mundo de la política”, destacó.
“En la difamación se saca una carpeta —como decimos en Argentina, se hace un carpetazo—, y te sacan algo que incluso puede ser verdad, pero ya pasó. Y quizá ya se pagó ese delito con la cárcel o con la multa o con lo que sea. No hay derecho a eso”, aseguró.
FUNDAMENTALISTAS “ENFERMAN LAS RELIGIONES”
En la entrevista al semanario católico Francisco también señaló que algunos “grupitos fundamentalistas” deforman las religiones y las “enferman”, tras advertir que ningún credo debe fomentar la guerra.
El pontifice recordó el concluido Jubileo de la Misericordia y criticó duramente la venta de armas, incluso para mejorar los presupuestos de las naciones. Francisco defendió también su exhortación apostólica Amoris Laetitia en la que vincula la defensa de los pobres con la del medio ambiente y arremetió de nuevo contra los miembros de cualquier religión que fomentan la violencia y están proclamando un “dios de la destrucción, que es un dios de odio”.
“No se puede hacer la guerra en nombre de Dios o en nombre de una postura religiosa. No se debe hacer la guerra en ninguna religión. Por lo tanto, el terrorismo, la guerra, no están relacionados con la religión. Se usan deformaciones de las creencias para justificarla”, señaló.
Reconoció que todas las religiones tienen grupos fundamentalistas, incluso la cristiana, y precisó que ellos “destruyen desde su fundamentalismo” porque deforman el propio credo y lo “enferman”, provocando división en la propia comunidad.
Más adelante advirtió que Europa no hizo caso a la frase “nunca más la guerra” surgida después de la Segunda Guerra Mundial, y lamentó que se fabriquen armas que son vendidas a los mismos países que son contrincantes.
“Hay una teoría económica que yo nunca traté de constatar, pero la he leído en varios libros: que en la historia de la humanidad, cuando un Estado encontraba que sus balances no andaban, hacía una guerra y los ponía en equilibrio... Es decir, es una de las formas de hacer riqueza más fáciles, claro, pero el precio es muy alto: sangre”, concluyó.
AZTECAS EN EL VATICANO
Un grupo de danzantes, con coloridos trajes y penachos de largas plumas, conquistó con sus ritmos al papa durante la audiencia general de ayer en el Aula Pablo VI de la sede pontificia. Después de asistir al encuentro público con el pontífice el conjunto Aztlán, originario del estado de Querétaro, desfiló por las inmediaciones del Vaticano y realizó bailes frente a la Plaza de San Pedro, despertando la curiosidad de cientos de turistas.
