Desde huelgas y paros laborales hasta bondades y beneficios fueron parte de las anécdotas que relataron ex trabajadores de fábricas como Cervecería, Fundidora, Medalla de Oro y El Porvenir, durante un conversatorio organizado en la Cineteca.
Apenas cinco días después del día del trabajo, los obreros recordaron una pequeña parte de la historia de algunas de las fábricas y plantas más importantes de la entidad.
Evaristo Hernández, trabajador de Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, recordó una huelga realizada en el año de 1977, con la que consiguieron que se les pagara con contratos colectivos.
"Salimos y nos enfrentamos muy dignamente porque completamente estábamos indefensos, con una ayuda muy pobre luchando contra el aparato de Estado... la última manifestación que se dio fue de 50 mil personas", comentó.
El obrero señaló que fue hace 33 años que Fundidora fue finalmente cerrada, terminando con uno de los pilares de la industria y prosperidad de Nuevo León y dejando a miles sin empleo.
Maricruz Flores, empleada de Confecciones y Maquilas S.A., cuyo dueño era el mismo de Medalla de Oro, Aurelio González, recordó el clima turbulento que se vivía en la industria textil en la década de 1970, cuando las prestaciones eran mínimas.
"Él era el dueño de casi todas las maquiladoras... cuando lo investigamos porque era nuestro jefe, nos enteramos que también tenía plantíos de algodón en Anáhuac", explicó.
Detalló que las mujeres que trabajaban en esa fábrica, iniciaron una huelga en 1974 luego de que una línea entera de producción fuera despedida, el equivalente a 36 personas, logrando que las reubicaran.
Después, iniciarían otra huelga en 1976, esta vez por malas condiciones de trabajo.
"Esta huelga fue muy sonada porque nosotros duramos afuera 3 meses haciendo distintas acciones, tomamos la mantequera" dijo.
Jesús Pruneda, de la fábrica de textiles El Porvenir, ubicada en Santiago, calificó como un tesoro la historia de esta empresa que marcó la vida de los santiaguenses y hasta la fecha sigue siendo parte.
Señaló la importancia de El Porvenir por haber sido la primera planta de donde salió una llamada e incluso hubo energía eléctrica, antes que en la ciudad de Monterrey.