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El siglo del "Padre de la música chicana"

Lalo Guerrero compuso en géneros como el tropical, boogie, swing, ranchera, blues, rock and roll, comedia y temas para niños; recibió la Medalla Nacional de las Artes de EU.

Hubo un tiempo en que a Lalo Guerrero, el llamado Padre de la música chicana, “se le consideraba en Estados Unidos demasiado mexicano, demasiado indio para tener éxito, y en México demasiado pocho para que le dieran una oportunidad”.

Habla Mark Guerrero, hijo de quien es conocido, de este lado de la frontera, como el autor de Las Ardillitas, personajes navideños que triunfaron a partir de los años sesenta. El resto de la original obra del músico, compositor y cantante nacido en Tucson, Arizona, el 24 de diciembre de 1916, hijo de inmigrantes mexicanos, es más reconocida en Estados Unidos.

Entre otras distinciones, en 1997 recibió del presidente Bill Clinton la Medalla Nacional de las Artes, el mayor reconocimiento que Estados Unidos otorga a sus artistas. Considerado por el Instituto Smithsoniano como un tesoro nacional de la música folclórica, paradójicamente sus discos son muy difíciles de conseguir, incluso en Estados Unidos, pues no han sido reeditados.

En entrevista con MILENIO, Mark, quien ha brillado con luz propia en la música chicana, cuenta que cuando era muy pequeño, hacia 1958, vino con su padre a México, donde le habían ofrecido un contrato de grabación. “Ya todo estaba listo, pero cuando le preguntaron dónde había nacido y respondió que en Tucson, el contrato se evaporó porque era pocho. Así que realmente sufrió de discriminación en ambos lados de la frontera”.

Por fortuna, Lalo Guerrero no era dado a la autocompasión, advierte su hijo. “Tuvo una vida feliz. Disfrutaba la vida y no le importaba demasiado la cuestión del dinero. Como yo, pensaba que si tienes lo que necesitas y tienes salud, todo está bien. Estaba un poco frustrado porque no fue muy reconocido, pero, curiosamente, es una leyenda. Los premios que recibió son un orgullo, particularmente para los chicanos. Cuando ya era mayor, mucha gente supo de su legado por estos premios, especialmente cuando su música se escuchó en la película Zoot Suit, de Luis Valdés”.

Guerrero, quien murió en 2005, fue autor de más de 700 canciones, algunas grabadas por artistas mexicanos como Los Panchos, Lucha Reyes, Javier Solís y Lola Beltrán. Entre sus grandes éxitos figuran “Pancho López”, una parodia de “The Ballad of David Crocket”, así como “Pancho Claus”, “Tacos for Two” y “Elvis Pérez”, por no hablar de las canciones que aparecieron en Zoot Suit, como “Vamos a bailar”, “Los chucos suaves”, “Chicas Patas Boogie” y “Marijuana Boogie”.

Nadie en la música chicana ha sido tan grande en tantos estilos, asegura Mark: “Grabó durante cerca de 60 años en casi todos los estilos de manera auténtica: salsa —cuando se le llamaba música tropical en los años cuarenta—, mariachi, ranchera, banda, rock and roll y blues en español, covers de éxitos estadunidenses, comedia y música para niños —como Las Ardillitas, a principios de los años sesenta. Podía cantar como Frank Sinatra porque tenía una voz hermosa y también escribió canciones en inglés”.

El heredero de Lalo Guerrero advierte que su padre “merece mucho más, merece el reconocimiento mundial. Hace poco se colocó en Cathedral City, California, una estatua de bronce donde está tocando la guitarra, y desde hace 15 años existe la Avenida Lalo Guerrero. Apenas hace unos días celebramos un tributo que llamamos Lalopalooza —risas—. Participó con nosotros Ry Cooder sin cobrar un centavo. Yo me presenté con una banda local, Los Naughty Dogs, tocando canciones de mi padre: ‘Los chucos suaves’, ‘There’s no tortillas’, ‘Muy sabroso blues’ y ‘Tin marín de do pingüé’”.

PERSONAJES EMOCIONANTES

Lalo Guerrero grabó Las Ardillitas, versión en español del proyecto de música virtual Alvin and the Chipmunks que surgió en Estados Unidos a fines de los años cincuenta. Cuenta su hijo que le ofrecieron hacer los discos en México en los sesenta, “y creo que incluso los siguen reeditando”.

Mark Guerrero recuerda que participó en algunas de esas grabaciones: “Incluso escribí la música de 11 canciones, como ‘El extraterrestre’, en las que mi padre hizo las letras, y participé en discos como Pánfilo, rey del rock y Country al estilo de Las Ardillitas de Lalo Guerrero. Era muy divertido porque grabábamos la música en Estados Unidos y luego volábamos a la Ciudad de México con la cinta y registrábamos las voces durante una semana. Estuvimos ahí tres años seguidos, de 1981 a 1983”.

Para él fue muy divertido trabajar con su padre en ese proyecto: “Mucha gente creció con Las Ardillitas. Gente que nació en México y me encuentro aquí en Estados Unidos, cuando hablamos de ellas se emociona mucho porque le significa algo. Eso me enorgullece mucho”.

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Xavier Quirarte
  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras
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