Si bien existe una aceptación al arte urbano o street art, el graffiti básico seguirá teniendo su toque ilegal, pues su esencia así lo demanda.
Korte es un joven graffitero que ha estado trabajando en un muro de las calles América y Jerónimo Treviño, en el centro de Monterrey.
Sobre un andamio, termina de dar forma a las letras en el muro, las cuales tienen un tono púrpura. En el centro sobresale una cápsula color celeste, y dentro de ella un toro en espera de hacer su embestida.
“Es una cápsula en la cual dentro hay un toro, entonces cuando tú tomas una medicina y ésta hace digestión, pues empieza a hacer su efecto, eso es un poco la idea del mural”, refiere el joven regiomontano.
Durante la semana trabajó en este mural como parte de las actividades del Callegenera. Como muchos, Korte inició en el graffiti haciendo firmas –o tags–, así como bombas, siempre de una manera ilegal.
Sin embargo, empezar a desarrollar otras técnicas y conceptos en su trabajo visual lo llevó cada vez más a pintar en la zona de lo legal.
“Antes me gustaba más lo ilegal, los graffitis y las bombas, pero conforme pasó el tiempo empecé a trabajar cosas más elaboradas. Empiezas a ver a los demás artistas cómo van adelantándose y tú no te quieres quedar atrás”, refiere Korte, quien ha trabajado en ciudades como Querétaro, San Luis Potosí y en Monterrey.
El arte urbano como tal encuentra diversas manifestaciones en la calle. Empieza desde los ganchos hasta llegar a los murales, aunque también existen otras representaciones como los stickers o el esténcil.
En los últimos años, los festivales culturales, así como galerías y museos, han ido involucrando a sus propuestas plásticas al graffiti.
A decir de Korte, la ciudad empieza a ganar cierto “color” cuando se llenan las bardas de murales o piezas de arte urbano, principalmente en los últimos años. Sin embargo, la esencia misma de este lenguaje artístico está vinculado a la calle, a lo ilegal.
“El graffiti tiene muchas ramas, está lo legal, lo ilegal, el street art; por ejemplo, sí creo que los ganchos no se van a legalizar porque sería raro para el propio estilo. El graffiti siempre va ser ilegal porque es su esencia”, comenta.