En medio del luto por el fallecimiento de Francisco Martínez, conocido con cariño como el “Papá Francisco”, resurge una de las anécdotas más entrañables que conectó a Tamaulipas con el corazón del Vaticano: el día en que el Papa Francisco recibió como obsequio una cuera tamaulipeca, símbolo por excelencia del folclor e identidad del estado.

Este momento ocurrió el 12 de diciembre de 2018, como parte de la celebración “Navidad Mexicana en el Vaticano”, una iniciativa que llevó a un grupo de talentosos artesanos tamaulipecos hasta Roma. La misión: representar la riqueza cultural del estado con artesanías, nacimientos, adornos y por supuesto, con la tradicional cuera.
El dato...El origen de la cuera tamaulipeca
El artesano oriundo de Tamaulipas, señala que la primera cuera surgió en 1913 en tiempos de la revolución, por órdenes del general Alberto Carrera Torres en el municipio de Bustamante, ejido La Joya, dentro de una cueva.
La prenda entregada al Sumo Pontífice no fue cualquier cuera. Fue elaborada a mano por Ángel Mendoza Reyna, originario de Tula, Tamaulipas, quien a sus 30 años logró uno de sus más grandes sueños: vestir al Papa. A diferencia del tiempo promedio que requiere una cuera (entre una semana y 15 días), esta en particular tomó más de un mes en confeccionarse, cuidando cada detalle con precisión y devoción.

Junto con Ángel, viajaron también a Roma un matrimonio de artesanos del Mante especializados en bambú, así como Antonio Corona, responsable de los nacimientos navideños y adornos del árbol. Todos ellos llevaron consigo el talento, la tradición y el amor por su tierra.
El instante en que el Papa Francisco portó la cuera quedó inmortalizado en fotografías que rápidamente dieron la vuelta al mundo. Su sonrisa al recibir la prenda fue interpretada por muchos como un gesto de respeto y aprecio por la cultura mexicana y, en especial, por las raíces tamaulipecas.
Hoy, mientras se recuerda a Francisco Martínez, también se rememora con orgullo esa postal que unió a Tula con Roma, a través de un regalo lleno de historia, identidad y cariño. Una cuera que cruzó fronteras y llevó el alma de Tamaulipas hasta el Vaticano.