La primera Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, encabezó su primer grito de independencia cargado de simbolismos que enaltecieron la imagen de la mujer en la historia del país.
Desde el comienzo de la ceremonia, el acto dejó en claro la relevancia del momento, pues el traslado de la bandera nacional estuvo a cargo en esta ocasión de una escolta del Heroico Colegio Militar conformada únicamente por mujeres militares.

La teniente de Policía Militar, Jennifer Samantha Torres Jiménez, entregó la bandera nacional a la Presidenta de México.
La mandataria Claudia Sheinbaum hizo su recorrido hasta el balcón de palacio nacional portando un vestido color morado; representativo de la lucha feminista por simbolizar “la dignidad, la libertad y la conciencia de los derechos de las mujeres”.
El vestido, fue un bordado artesanal nahua de San Isidro Buen Suceso, Tlaxcala, de la maestra Virginia Verónica Arce Arce. El diseño es de Thelma Islas Lagunas y Crystel Martínez Torre y la confección corrió a cargo de Rocío Castro Cruz.
De igual modo, durante su recorrido la Presidenta tomó un momento para detenerse frente al cuadro de Leona Vicario, el cual se trata de un retrato al óleo sobre tela del siglo XIX, que pertenece al acervo del Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.
Sumado a eso, el cuadro también representa un hecho inédito ya que es la primera vez que el cuadro de una mujer ingresa a la galería principal de Palacio Nacional.
Posteriormente, en las arengas, la presidenta incluyó los nombres de algunas mujeres representativas de la historia del país como las mujeres indígenas; Leona Vicario; Gertrudis Bocanegra; Manuela Molina “la capitana”; y a Josefa Ortiz, a quien nombró solo con sus apellidos de soltera; ¡Viva Josefa Ortiz Téllez Girón!.
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