La Casa Roja reabrió sus puertas en Av. Chapultepec 79, con la exposición I Love How You Shine... Cos I’m Afraid of the Dark, curada por Perla Gálvez Caballero que explora la intersección entre la luz y la oscuridad como fuerzas primordiales del espíritu humano.
Enmarcada en las fechas en que México honra a sus muertos, la exposición se erige como un altar contemporáneo donde lo sagrado y lo terrenal dialogan a través de la obra de más de veinte artistas internacionales, explica la curadora.
El proyecto es una colaboración inédita entre Cuarto de Máquinas, Galería Hilario Galguera, Ricardo Reyes Arte, SAENGER Galería, Galería Superficie, Galería Le Laboratoire
y Terreno Baldío, quienes se unen para celebrar la vida, la muerte y el cuerpo como vehículo de trascendencia.
“Más que un recorrido lineal, esta exposición propone un viaje interior. Me interesa que el espectador sienta cómo los opuestos —amor y miedo, luz y sombra— se entrelazan hasta volverse inseparables. El ritmo de la muestra se asemeja a una respiración que expande y contrae, invitando a habitar el espacio como un cuerpo vivo. No se trata solo de observar, sino de escuchar, sentir y reconocer que luz y sombra son distintas formas de un mismo pulso vital”, explica Perla Gálvez.
Para la curadora, la coincidencia temporal con el Día de Muertos no es casualidad, sino una resonancia buscada: la exposición funciona como una ofrenda contemporánea hecha de gestos, sonidos y cuerpos que “arden con la voluntad de seguir brillando en la penumbra”.
¿Quiénes exponen en Casa Roja?
La muestra reúne a un conjunto excepcional de artistas: KIKYZ1313, Evans Akanyijuka, Alan Alcántara, Emiliano Cantú, Fabián Chairez, Serena Creciente, Aron Demetz, Javier Marín, Tupac Martir, Miguel Milló, César Oropeza, Kiyoto Ota, Javier Peláez, Roberto del Río, Rivelino, Enrique Rosas, Ricardo Sánchez, Patricio Tejedo, Omar Torres, Iván Trueta, The Wamala y Anastasia Yanitskaya.
Provenientes de México, Japón, Italia, Uganda y Reino Unido, estos artistas dialogan desde diversas disciplinas —escultura, performance, fotografía y tecnología— en torno a una misma idea: el cuerpo como altar viviente.
Para Víctor Mendoza, director de Galería Hilario Galguera, el valor más radical de esta muestra radica precisamente en su espíritu colaborativo.
“En un ecosistema artístico a menudo fragmentado, lograr que múltiples galerías y artistas unan esfuerzos para celebrar un pilar de nuestra cultura (el Día de Muertos) es un acto de comunidad necesario —afirma—. No se trata de folclor, sino de recontextualizar una tradición para explorar las grandes preguntas universales: la vida, la muerte y el cuerpo como vehículo”.
Anastasia Yanitskaya originaria de Bielorrusia, invita a reflexionar sobre la dualidad entre luz y oscuridad, y cómo el cuerpo femenino ha sido convertido en superficie de proyección cultural. A través de cerámicas arcaicas encerradas en una caja de acrílico, la artista contrapone lo sagrado y lo superficial, lo ancestral y lo contemporáneo.
“En DEFACED la oscuridad pertenece a lo femenino —a la profundidad, al misterio, al origen— mientras que el brillo representa la luz superficial de la exposición. Mi obra revela nuestro miedo colectivo a esa sabiduría primordial que no puede ser poseída, vendida ni explicada”.
Para Evans Akanyijuka (Uganda), sus obras nacen del deseo de comprender su herencia espiritual y emocional. El motivo del tocado, inspirado en una máscara utilizada por mujeres poseídas por un espíritu, se convierte en un símbolo de lo que se oculta y se revela, de la identidad que se protege y se transforma simultáneamente. En sus collages, esa dualidad se expresa en un caos controlado que refleja el proceso de desaprender y reaprender su conexión con los ancestros. En contraste, el video emerge de un momento de profunda fragilidad física y emocional, entendido por el artista como una liturgia íntima en la que el cuerpo se vuelve ofrenda, suspendido entre la quietud y el movimiento. Para Evans, su obra no solo se observa: se habita con el cuerpo, la respiración y la vulnerabilidad de quien se atreve a mirar hacia dentro.
César Oropeza presenta la pieza El cuerpo empalado, una escultura en bronce realizada con la técnica de cera perdida que captura la fragilidad y la memoria del cuerpo humano:
“El empalamiento, más allá de su connotación histórica, es una metáfora del cuerpo atravesado por el tiempo, el duelo y la memoria. En ‘El cuerpo empalado’ no busco glorificar la muerte, sino mostrarla como parte del ciclo que nos define. El bronce, con su peso simbólico, conserva esa tensión entre lo que se descompone y lo que permanece: un recordatorio de que incluso en la putrefacción hay belleza, verdad y resistencia”, comparte César.
Por su lado, Omar Torres funciona como un laboratorio de la evolución que resuena poderosamente con la dualidad luz/sombra de la exposición. Torres disecciona y reconfigura fragmentos de insectos para crear nuevos cuerpos, seres quiméricos que encarnan la frase: "la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma". Sus fotografías son metáforas inquietantes y seductoras sobre la vida y la metamorfosis, presentando "otras geografías" que confunden los límites entre lo familiar y lo recién imaginado. Al igual que el amor y el miedo se entrelazan en un pulso inseparable, las creaciones de Torres exploran el vínculo íntimo entre la fragmentación y la creación, demostrando que la vida es un ciclo continuo de muerte y renacimiento, de sombra y nueva forma.
“Entre la madera incinerada y el brillo dorado de Momentum —escultura de 2022 realizada en bronce, hoja de oro, madera incinerada y polvo de mármol— o en la respiración compartida de Doble piel —escultura en bronce a la cera perdida, reproducción de la obra original de 2000—, mi trabajo busca detener el tiempo en un instante donde la vida y la muerte se reconocen, se transforman y se multiplican. Cada material no es solo soporte, sino voz: la madera se vuelve sombra, el fuego purifica, el polvo recuerda, y la luz surge en medio de la oscuridad. Momentum es un altar al tiempo detenido, donde la semilla de oro florece entre la ceniza; Doble piel refleja la unión suspendida entre dos cuerpos, donde el yo y el otro se reconocen sin dejar de ser distintos. Cada pieza invita al espectador a contemplar el nacimiento, la memoria y lo femenino como un mismo gesto”, explica Rivelino sobre Momentum y Doble piel.
Tupac Martir (México), artista digital multidisciplinario combina en su práctica la tecnología, la poesía y la espiritualidad para crear experiencias inmersivas que transforman la percepción del espectador. En la exposición I Love How You Shine... ’Cos I’m Afraid of the Dark, Martir presenta una obra que invita a reconciliarse con la oscuridad como un espacio de renacimiento y reflexión interior.
“La oscuridad no es algo malo; es un refugio, un lugar para renacer. Quise jugar con esa ambivalencia entre luz y sombra, con la dualidad del ser. Nadie es siempre bueno ni siempre malo —en ambos lados habita la posibilidad de encontrarse a uno mismo”.
Para finalizar, Mendoza también destaca el regreso de La Casa Roja, un espacio simbólico que “encarna el ciclo de muerte y renacimiento” y cuya reapertura rompe con la neutralidad del cubo blanco:
“Su memoria, su carácter, generan un contexto cálido, casi ritual, donde el arte contemporáneo puede respirarse como un acto vivo. Para nosotros, tiene un significado doble. Primero, es un lugar que nos trae grandes recuerdos —fue sede del Cuarto de Máquinas— y donde, gracias a la generosidad de Memo, siempre nos sentimos 'en casa'”.
I Love How You Shine... Cos I’m Afraid of the Dark es más que una exposición: es una celebración del resplandor humano frente a la oscuridad, una comunión entre lo visible y lo invisible que convierte al arte en plegaria y al cuerpo en altar. La muestra colaborativa es presentada por La Casa Roja en colaboración con las galerías Cuarto de Máquinas, Hilario Galguera, Ricardo Reyes Arte, Saenger Galería y Terreno Baldío; así como patrocinado y/o apoyado por cerveza Charro, Casa Hotbook, Mezcal Amarás, Artists’ Container y Mezquipal.
hc