Cultura

“El true crime debe tener otro enfoque”: Bernardo Esquinca

El escritor habla de la novela La región crepuscular, donde retrata el caso del feminicida Gregorio Goyo Cárdenas.

En 2008, Bernardo Esquinca (Guadalajara, 1972) publicó el libro de cuentos de terror Los niños de paja (Almadía) y cuenta que en las entrevistas los reporteros le preguntaban extrañados por qué escribía de “eso”.

Han pasado 16 años y el autor se convirtió en un referente de la novela policiaca mexicana y de la literatura de terror en América Latina. En entrevista con MILENIO, el autor habla de La región crepuscular, su nueva novela, donde relata el caso de Gregorio Goyo Cárdenas, una historia que mezcla la realidad con la ficción.

Durante la década de 1940, la sociedad mexicana fue testigo de una serie de homicidios que despertó las alarmas de la violencia más terrible en el caso de Goyo Cárdenas, un feminicida que estuvo en prisión y 30 años después fue liberado.

¿Por qué retomaste a este personaje?

Creo que hay algunos asesinos seriales que han definido ciertas épocas de México y que las representan en su lado oscuro. El chalequero, con sus crímenes y feminicidios en el porfiriato, y Gregorio Cárdenas también sintetizan a su manera esa época que se conoció como el alemanismo, por Miguel Alemán. Cárdenas marcó esos años y no solo porque sus crímenes se cometieron en 1942, en ese momento del que hablamos, sino que años después todavía hacía eco, sombra en la sociedad y en la memoria colectiva.

En La región crepuscular, una periodista intentará, desde el presente, esclarecer las irregularidades del caso de Goyo Cárdenas entre la historia y la ficción, enfocándose no en la mitificación del asesino de mujeres sino en la construcción histórica de los sucesos y sus implicados.

¿Por qué incluiste a una periodista?

Quería que hiciera un equilibrio con el personaje masculino principal, que es el feminicida. La periodista es un personaje ficticio que sirve para este propósito, tiene la disposición de indagar y quería que ese personaje hablara desde el presente para hacer justo el comparativo de la época del alemanismo con nuestro presente, y me dejó claro que las cosas no han cambiado mucho en el país respecto a la violencia machista.

¿Cómo abordaste el feminicidio?

Yo busco entender de dónde viene esta violencia machista que sigue marcando, por desgracia, al país, a nuestra sociedad, y me parece que es el primer feminicida serial de la época moderna. Gregorio Cárdenas aparece cuando el país está entrando en la modernidad y justo por eso causó un impacto tremendo porque no era un criminal que venía de los bajos fondos, era un estudiante de la UNAM, becado por Pemex, que vivía en una colonia de clase media.
La sociedad entendió que el mal estaba a la vuelta de la esquina y que no había que ir a los rincones oscuros para ponerse en peligro. Es un caso que tiene muchas aristas para explorar y por eso me interesó hacer esta novela.

Bernardo Esquinca realizó una investigación en los expedientes; sin embargo, asegura que no basta porque siempre hay muchos huecos, por eso comenta que hay que echar mano de la imaginación pero no inventar cualquier cosa. Hizo un trabajo de ficción para completar las historias.

Foto: Especial
Foto: Especial


¿Te preocupa que a los asesinos seriales se les vea como rock stars?

Estoy convencido de que el true crime hoy debe tener otro enfoque al que ha tenido históricamente, no solo en México sino en todo el mundo con libros, películas o documentales que generalmente ponen los reflectores a la figura del asesino y se hace a un lado a las víctimas y deudos, que es lo que más me interesa.

¿Cómo entender la violencia y los asesinatos?

Si queremos entender y combatir esta violencia, debemos entender de dónde viene. Entonces, por supuesto que no podemos odiar al criminal porque es parte medular del problema, pero es bien importante también entender quiénes eran las víctimas, los deudos que quedan y el contexto social que produce esta violencia. Creo que haciendo y abordando estas situaciones desde la más amplia perspectiva podemos entenderlo mejor e ir más allá del morbo, salir con algo entre las manos para poder hacer una diferencia y un cambio que es urgente, para que esta violencia contra la mujer deje de ejercerse.

“El mal está a la vuelta de la esquina”

¿En 2008 aún eran mal vistas las novelas de terror?

En aquel momento me di cuenta de que yo sí estaba un poco solitario en ese tema, aunque en la historia han existido muchos, pero claro, han venido muchos más y me ha tocado que autores más jóvenes me han dicho que gracias a mis libros vieron que se podía apostar por el terror. Creo que el género vive un buen momento porque está liberándose de prejuicios.

¿Lo identificaban como algo menor?

Creo que solo hay literatura buena o mala. El terror y los mal llamados “subgéneros” (que son terror, fantástico, policiaco, ciencia ficción) no lo son, para mí todos son géneros. Históricamente en México han sido menospreciados tanto por la crítica como por un sector de la academia y sí, se les ha visto como una literatura menor.
Afortunadamente esto ha ido cambiando con el tiempo y empieza a haber un cambio desde la crítica, desde la academia, de entender que este tipo de literatura también tiene un enorme potencial y los lectores han abrazado estos géneros. A los mexicanos nos encanta leer y ver películas de terror y contarnos historias de terror cada vez que podemos.

Llevas mucho tiempo aterrando al lector.

Creo que el miedo y explorar los miedos sí nos puede ayudar a entender por qué los seres humanos nos comportamos como nos comportamos. Digamos, explorar el lado oscuro que todo ser humano tiene. Como lector de terror y de libros de crímenes reales, encuentro ahí un espejo que me ayuda a hacerme más preguntas sobre la sociedad y el mundo en el que vivimos y, como autor, me interesa explorar eso y provocar también esas reflexiones.

¿Los seres humanos somos morbosos por naturaleza?

Quizá los mexicanos un poco más por la historia que nos ha ido construyendo como nación, como sociedad, y no hay nada de malo en el morbo, pero el morbo es la superficie y si vamos al fondo podemos sacar algunas cosas interesantes y entender mejor el lado oscuro de nuestra sociedad y del mundo en el que vivimos. Es interesante meterse en esos abismos para salir con algo de ahí, de esas oscuridades.

¿Tus libros son polifónicos?

Son temas muy complejos, y para mí la manera más efectiva de poder narrarlos es ir al fondo de ese pantano, usando muchas voces que, desde la perspectiva de cada una, permitan reconstruir un rompecabezas que es bastante difícil de armar.

¿Qué hay de la Biblioteca Bernardo Esquinca?

Es algo que me tiene muy contento, sobre todo porque para los lectores es una oportunidad de formar una colección, pero para mí la mayor fortuna es tener una buena editorial como es Almadía; aquí está toda mi obra salvo por dos libros que publiqué en el Fondo de Cultura Económica, Belleza roja y Los escritores invisibles.

hc

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Vicente Gutiérrez
  • Vicente Gutiérrez
  • vicente.gutierrez@milenio.com
  • Periodista desde hace 25 años y especialista en temas culturales, la industria del entretenimiento y cinematográfica. Por su experiencia y conocimiento, también ha participado en temas de política y de negocios. Es reportero de cultura en Milenio y locutor en “La Taquilla”, programa de Radio Fórmula 104.1 FM.
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