La música de Aterciopelados es también una revolución de terciopelo. La víspera de una nueva presentación, este viernes 20 de junio, en La Maraka, Andrea Echeverri y Héctor Buitrago se subieron a la azoteca de un edificio en la colonia Cuauhtémoc y, como el legendario concierto de The Beatles en la terraza de Apple Corps del 30 de enero de 1969, la pareja colombiana ofreció su versión... silenciosa.
“Hemos perseverado y evolucionado y fluido. Y estamos acá hoy; somos los mismos de ayer, pero Aterciopelados de hoy”, comenta a este reportero Buitrago con su compañera de vida y música al lado.
A un puñado de periodistas y fotógrafos invitados al showcase, Aterciopelados dio una probada en vivo de su nuevo álbum de estudio, el décimo de su carrera que se inició en 1993, Genes rebeldes (2025), con temas como “Apocalipsis”, además de cantar algunas canciones clásicas como “Florecita rockera”.
En la terraza de la Playhaus by TotalPlay en Río Balsas, las condiciones meteorológicas en la capital, auspiciadas por el huracán Erick que estaba azotando las costas del Pacífico mexicano, no parecían las propicias para un concierto privado a cielo abierto, hasta que Andrea Echeverri tomó el micrófono, con Héctor Buitrago a sus espaldas en la guitarra, y cantó a un micrófono silenciado para un público que escuchaba a través de audífonos, esa canción que dicen que también busca la esperanza: “Apocalipsis”.
“Llegó el apocalipsis, erupción solar / Cartas sobre la mesa, El Gran Despertar / Alumbrando todos los fotones / Revelándose la realidad / Y seguimos juntos de la mano / Danzando el vals en el vendaval...”
Y el cielo les daba la razón: hermosas nubes grises protegieron a los artistas, en su vals en el vendaval.
En medio de la lluvia y con paraguas sobre las cabezas de todos los asistentes, todos atentos al concierto con audífonos que se perdieron los vecinos, los temas del álbum Genes rebeldes siguieron.
En breve entrevista para MILENIO, la pareja que se conoció en la Universidad de Los Andes de Bogotá, responde a la pregunta de por qué si siempre han sido rebeldes, iconoclastas, no sólo en las letras de sus canciones, sino incluso en su relación, ahora, con más de medio siglo de vida, lo subrayan en su disco.

“En Genes Rebeldes hay una canción (homónima) que escogimos porque sintetiza todo lo que somos, lo que hemos sido y seguiremos siendo: rebeldes, haciendo las cosas a nuestra manera; con nuestra visión del mundo muy particular, muy auténtica, cómo nuestra esencia sigue ahí, cómo han pasado tantos años, cómo hemos evolucionado, fluido, crecido. Como que ha sido un viaje en el cosmos desde los 90 hasta acá, pero seguimos siendo los mismos rebeldes alternativos, independientes”, dice Héctor.
“El disco tiene full rebeldía, full crítica, full sentido del humor, porque nos estamos volviendo viejos y estamos en una sociedad y una cultura que no admite la vejez, no admite la debilidad, hipersexualizada, superficial, horrible; una cultura donde se violan niñas, mujeres, hombres todo el tiempo. Y estamos en medio de guerras, de violencia, crisis de todo los tipos”, lo secunda la cantante y activista feminista.
El nuevo álbum incluye 13 canciones: “Genes rebeldes”, “Agradecida”, Apocalipsis”, “Mi nicho”, “No estamos solos”, “Perú”, “Vecinos”, “Ruana versus bikini”, “MOR”, “Rompan todo”, “Mamíferas”, “Primero estaba el mar” y “Eterno”. Y, curiosamente, se encuentran en la plataforma de Apple Music.
Andrea Echeverri y Héctor Buitrago se presentaron como Aterciopelados el 22 de octubre de 2023 en la Sala Nezahualcóyotl, dentro del Festival Cultura UNAM, en un concierto insólito en ese recinto de música, sede de las orquestas Filarmónica de la UNAM, Sinfónica de Minería y Juvenil Eduardo Mata.
Activistas ambos por el ambiente y los derechos de las mujeres, Echeverri ofreció en solitario su recital Ruiseñora el pasado 13 de marzo en el Centro Cultural España, en el contexto del 8 M, Día Internacional de la Mujer.
Para ellos, Genes rebeldes, como el conjunto de su discografía, debe mantenerse dentro de la crítica.
“Lo que funciona a nivel de capitalismo es una mierda y está como sembrando a las nuevas generaciones de valores horribles. Estamos muy mal. Qué situación tan horrible. Uno tiene que seguir rebelde y debe seguir criticando. Que es muy complicado, casi de David contra Goliath. Cómo uno va a criticar a esta gente que es absolutamente poderosa, rica, famosa, pero es una miércoles (mierda) lo que está haciendo. Es horrible lo que pasa con las nuevas generaciones, en su estética, muy horrible. Soy vieja y tengo la autoridad y el lugar para decirlo: no porque sea masivo es bueno”, dice Echeverri, que el 13 de septiembre cumple 60 años (1965), mientras que Buitrago tendrá su cumpleaños el 29 de junio.
A 31 años de su formación con Aterciopelados (aunque ya en 1990 se hacían llamar Delia y los Aminoácidos), con temas icónicos del rock en español como “Bolero falaz” o “Florecita rockera”, ambos destacan los cambios pero, como el río de Heráclito, la perseverancia en ellos dos mismos.
“Hemos madurado, fermentado las mismas ideas, y las hemos puesto en canciones de distintas maneras, gozándola, mezclando ritmos, encontrando gente super valiosa y bonita que hace que podamos hacer un trabajo actual, crítico, original, importante, profundo, de nicho, porque va tan en contra de lo que está de moda, y de lo que está escrito o proscrito”, explica la cantautora colombiana.
“Aquí seguimos diciendo cosas importantes, cuestionando, tratando de dar una estética femenina diferente, digna, respetable, no barata, hipersexualizada y estereotipada, generadora de violencia y de cosas terribles”, acusa Echeverri, vestida con una camisa rosada tipo papel picado, como manta indígena, mientras confiesa que siempre ha sufrido problemas terribles de inseguridad en su carácter.
Por su parte, Buitrago reivindica que han perseverado, evolucionado y fluido, pero son los mismos. Y admite que en algunos momentos, debido a la vorágine del mundo, han perdido de vista quiénes son.
“Sí, por momentos, tenemos conciencia de quienes somos. Pero de todos modos vivimos en un mundo con tanto movimiento, tanta información, a veces uno pierde el centro, pero uno respira y otra vez recupera su centro. Es normal, es parte del momento, de los tiempos que estamos viviendo”, explica.
Y, con el cielo gris y la lluvia mexicana sobre ambos colombianos en concierto, habla de la esperanza que también hay en ese su nuevo disco que tendrá su premier en La Makara este viernes 20 de junio.
“Un señor astrónomo me acaba de decir que le gustó la canción 'Apocalipsis', porque el mensaje es ese: que a pesar de todo lo que estamos viviendo, en el cielo, en las estrellas, siempre encontramos la paz, más cuando estamos con alguien que nos acompaña en esos momentos”, dice Héctor y mira a Andrea.
“De eso trata la canción: del momento de mirar al cielo y ver que estamos juntos, que estamos disfrutando, como en comunión de la música. A pesar de todo, es de esperanza. Vamos a seguir fluyendo con el cambio, nuestros mensajes llegaran a las personas que toquen sus corazones y conciencias, seguiremos en la perseverancia, esperando días mejores”, agrega el guitarrista en la charla.
“Amén. Yo soy optimista. 'Apocalipsis' también son momentos de que tenemos que ver esa podredumbre, esa corrupción, eso tan feo que nos acompaña, para que salga a flote y podamos trascenderlo, que lo podamos atravesar como seres humanos”, cierra Andrea Echeverri, quien en una entrevista hace dos años con este reportero dijo que: “Aterciopelados florecimos en la desesperanza”.
PCL