Édgar Galán Rosales es alumno de la Casa de Música de Torreón en la colonia Santiago Ramírez, toca el contrabajo.
Sin embargo a falta del instrumento, explicó que "tunearon" un tololoche con cuerdas de metal y con adpataciones a la "mexicana" para que haga las funciones de un contrabajo, ya que sólo cuentan con uno y son tres personas las que tocan el instrumento.
"El tololoche tuneado está muy desgastado, está todo despostillado de las orillas, a pesar de que lo cuidamos mucho, como dice mi mamá le damos mucha carrilla".
"Donde se colocan las manos para tocar el instrumento está astillado, debemos tener mucho cuidado para no causarle más daño del que ya tiene".
Las notas que debe emitir un contrabajo son escencialmente graves, ya que trabajan con la clave de fa. Mientras los agudos usan la clave de sol, los medianos la clave de la.[OBJECT]
"Mi instrumento está muy dañado, pero así con todo quiero seguir aprendiendo y tocando música. Llevo un año en la orquesta, entré en julio pasado".
"Fuimos a la Feria de Torreón y a la Jabonera a varios conciertos, es bien difícil trasladar el instrumento sin que sufra daños".
Édgar viene de la colonia Apliación Lazaro Cárdenas, dijo que le encanta la música y que le ha cambiado la vida.
Confesó que antes de conocerla quería ser futbolista, una vez que se acercó a la música, quedó hechizado por ella.
"Mi primer instrumento fue una guitarra, luego me interesó aprender a tocar el contrabajo, sueño con ser músico como los de la Camerata de Coahuila".
"Nuestros maestros saben mucho, la mayoría tocan en la Camerata, nos platican todo lo que han hecho y conocido gracias a la música".
"Si es de terror debe ser algo dramática y de suspenso, la música también te puede ayudar a cambiar tu estado de ánimo, te contagia, cuando acuerdas ya estas bailando o tarareando la música, por eso es magia".
"Mis padres me tienen condicionada la música siempre y cuando no falle en la escuela, ensayo dos horas en la Casa de Música, es casi mi segunda casa", dijó Édgar.
JFR