Olga Ramírez Campuzano, directora del Instituto Cultural Cabañas (ICC), ratificó la mañana de ayer en rueda de prensa, la información que este medio publicó en su edición del 1 de agosto pasado en la que se anunciaba que obras de la colección de Mathias Goeritz que resguarda el recinto Patrimonio de la Humanidad comenzarían a restaurarse. Las labores que realizarán poco menos de 20 especialistas de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) son fruto de un convenio que recién establecieron estas dos instituciones y que desembocarán en el montaje de una exposición en noviembre próximo para celebrar el centenario del destacado artista. La muestra incluirá la exhibición de la serie escultórica La Vía Láctea, además de una retrospectiva de la obra de Goeritz y referencias con otros artistas, según detalló Rubén Méndez, curador del ICC.
“Nos acercamos a la Comisión de Cultura del Congreso del Estado de Jalisco el año pasado y hasta hace algunos días nos entregaron recursos por 2 millones 500 mil pesos de los cuales un millón 551 mil pesos, es para la obra que hacía falta restaurar de la colección de Mathias Goeritz y el resto para obra de José Clemente Orozco”, explico Ramírez Campuzano, quien añadió que una de las particularidades es que a partir de septiembre el público podrá apreciar estos procesos ya que los restauradores en algunos horarios trabajarán a puertas abiertas.
Por su parte, Rubén Méndez destacó que la muestra en conmemoración del centenario de Goeritz, estará curada por Daniel Garza Usabiaga, experto en la obra de Goeritz y autor del libro Arquitectura emocional, quien hará una lectura de la obra del destacado artista “y los referentes que tuvo con otros creadores, incluso con autores contemporáneos”. Por otro lado Méndez precisó que “Daniel solicitó para su guión curatorial algunas piezas que se encuentran en préstamo en la exposición El retorno de la serpiente de Mathias Goeritz que a inicios de este año estuvo en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y que actualmente está en el Palacio de Cultura Banamex, de la Ciudad de México, pero que ya se le notificó que no será posible debido a que esta misma muestra migrará al Museo Amparo de Puebla y las obras solicitadas serán devueltas al ICC hasta inicios del 2016.
Por su parte Alejandro Canales, director de la ECRO, dijo sentirse muy satisfecho con la firma de este convenio con el ICC, ya que “un convenio establece una colaboración más permanente, es importante para nosotros este tipo de acuerdos con recintos que poseen acervos importantes como es el caso del ICC”.
El arquitecto anunció que a los acuerdos que ya tienen con la Universidad de Guadalajara y poco más de diez convenios que han logrado con otras instituciones como el Colegio de Michoacán o el Instituto Real de Patrimonio Artístico de Bruselas (IRPA), se sumarán en breve otros acuerdos con instituciones de España y Francia.
PARA APRECIAR MANOS A LA OBRA
María Castañeda Delgado, directora del proyecto de restauración de la serie escultórica La Vía Láctea que se compone de 27 piezas, comenta que comenzaron a implicarse en la iniciativa desde hace un año. “Lo primero que hicimos fue el registro fotográfico, y levantamiento de un diagnóstico. Luego se investigaron los materiales originales, para saber su naturaleza y cómo se han deteriorado. Con esa información generamos una propuesta para cada pieza, considerando cuáles están más estables, cuáles están en un estado intermedio o en estado grave. Luego escogimos los tratamientos que les aplicaremos: Limpieza, desalinización y pasivado. También se removerán las capas del recubrimiento actual para recubrirlas nuevamente.
Castañeda Delgado dice que las estrellas en las que trabajarán 11 personas son piezas de acero que pesan hasta cien kilos, recubiertas con pintura automotriz y con un sistema de drenado interior.
Por otro lado Miriam Limón, directora del proyecto de restauración de 82 piezas gráficas de Goeritz, explicó que “están elaboradas en soportes de cartulina y otros materiales con alto contenido de algodón y en los que Goeritz aplicó técnicas como el wash, la serigrafía, el offset y acuarela entre otras”, lo cual las convierte en susceptibles al agua y a la humedad, aspectos que obligan a realizar un trabajo muy cuidadoso en el que participan 6 personas”.